Un siciliano, primer peregrino de 2015 en el albergue de Pontevedra

Un siciliano, primer peregrino del año 2015 en el albergue de Pontevedra

Fabio Hoymadre estrenó ayer las remozadas instalaciones de la hospedería pontevedresa tras emprender su camino en Lisboa

El albergue de peregrinos de Pontevedra reabría ayer sus instalaciones tras haber estado sumido en un proceso de limpieza y puesta a punto. El remozado de las dependencias se acometía a la luz de un intenso año 2014, en el que tocaron a su puerta alrededor de once mil viajeros, la inmensa mayoría, con la vista y la mente fijada en Santiago de Compostela y su catedral.

Pasaban pocos minutos de las cuatro de la tarde cuando Fabio Hoymadre encaraba la cuesta de la calle Otero Pedrayo, fin de su segunda etapa en tierras gallegas. Cansado pero sonriente, el primer peregrino del 2015 se sorprendió al conocer que era el encargado de reestrenar este servicio y que él sería el que inauguraría el libro de visitas de este año.

Fabio repite «experiencia vital», que es como denomina el reto de cubrir a pie una de las vías del Camino de Santiago, ya que hace tres años afrontó la gran ruta francesa con comienzo en el país galo. Ahora opta por la portuguesa, con salida en Lisboa y parada obligada en Oporto antes de adentrarse en los esperados parajes gallegos.

El peregrino, de origen siciliano, puso el cuentakilómetros a cero el pasado 26 de diciembre con el firme propósito de superarse a sí mismo, en lo físico y también en lo metafísico, tal y como hiciera en 2012. «El camino, para mí, es un tema espiritual, aunque no religioso». Asegura que gusta de viajar «siempre en solitario», aunque cada vez que para en alguno de los albergues de la ruta intenta «entablar conversación con el resto de peregrinos, porque es una de las partes más interesantes e importantes de la aventura».

Pocos valientes y en solitario

El tipo de viaje marcado por Fabio es de los más habituales. Gente de mediana edad, con experiencia en viajes anteriores, aunque no siempre similares, que echa a andar sin más compañía que una mochila repleta. Dado que las rutas están ya preconcebidas es habitual que a lo largo de las caminatas los mismos peregrinos se encuentren en distintos puntos, aunque cada cual marca su ritmo y objetivos.

En el día de ayer una peregrina coreana, que también viaja sola, estuvo a punto de arrebatarle el honor del reestreno del albergue pontevedrés, aunque como llegó con tiempo suficiente reorientó su ruta hacia Barro, a fin de adelantar más kilómetros para llegar antes a Santiago.

Estos días, en la ruta procedente del vecino país luso, hay poco movimiento. Al caso del italiano y la coreana se une un portugués que también ha fijado su llegada esta misma semana a la catedral compostelana.

Y de Santiago a Finisterre

Fabio Hoymadre tiene previsto acabar su primera parte del camino en apenas tres jornadas. Le restan por delante las pernoctaciones de Caldas, Padrón y Santiago, pero quiere ir un paso más allá y, guía en mano, se propone llegar hasta Finisterre. Ha hecho sus cálculos y mientras las piernas respondan dice que quiere exprimir su estadía en Galicia al máximo.

«Santiago no es necesariamente la meta -asegura- lo que importa es el camino, ese es el auténtico motor». Lleva anotadas en esa guía las tradiciones y experiencias de este viaje y se está planteando cómo resolver el reto de cumplir el rito de quemar las botas que le han llevado hasta ese fin del mundo. El Camino rematará para el primer peregrino de Pontevedra en ese año el próximo día 14 aunque no descarta regresar en el futuro.

Leído en La Voz de Pontevedra

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