El albergue de peregrinos de Olmos completa su uso

El albergue de peregrinos de Olmos completa su uso

El albergue de peregrinos completa su uso con el de centro ambiental

Eva Juarros y Diego Santamaría, socios de Rústica, la empresa que se ha hecho con la gestión del centro. (Ángel Ayala)

 

En 1994 nacía en Olmos el primer albergue de peregrinos del Camino de Santiago en el entorno de la Sierra de Atapuerca.

El creciente interés en esta ruta, el aumento de peregrinos y el desvío de la misma por su camino natural, hizo emerger otros centros dejando prácticamente sin el uso inicial el inmueble de la pedanía de Olmos de Atapuerca, pero en el que se han seguido celebrando campamentos de verano.

Ahora, la junta vecinal ha dado un paso al frente y ha sacado a concurso su gestión, que queda en manos de la única empresa que ha optado al mismo, Rústica Servicios Culturales y Ambientales, de la que son socios Eva Juarros y Diego Santamaría, dos amantes de la vida rural y visionarios convencidos de las posibilidades que ofrece el entorno natural de Olmos para la educación ambiental de escolares y familias, fundamentalmente.

Su propuesta de gestión del albergue de Olmos, ya bautizado como ‘La Golondrina’,  es ambiciosa y centrada en la educación ambiental y más aún, con especial incidencia en el mundo de la ornitología, en la que ambos son especialistas, además de sumar otros ‘títulos’ a su curriculum.

Eva es diplomada en turismo, pero se ha formado como intérprete y educadora ambiental. Por su parte, Diego es naturalista, ornitólogo y educador ambiental.

Su pasión se convirtió poco a poco en su profesión. Ambos son emprendedores y tras realizar varios trabajos vinculados a la ornitología, y pasar meses observando aves y compartiendo un blog de aves de las lagunas de Atapuerca, se unieron para emprenden un proyecto ilusionante y que ya les ha llevado a trabajar en iniciativas como la educación ambiental del centro de aves del castillo de Burgos, y realizar colaboraciones en proyectos con los grupo de acción local, sobre todo Agalsa y Adri-Ribera, mancomunidades, ayuntamientos y asociaciones.

‘La Golondrina’ es, a partir de ahora, un complemento a las actividades de Rústica y será el motor que articule y regule los diferentes proyectos y actividades desde su oficina, situada en el aula medioambiental del albergue, donde se harán talleres, proyecciones, charlas y actividades diversas y donde tienen todo tipo de libros, guías y material relacionado con el mundo de las aves. Será el lugar de educación  teórica, que se completará con las actividades o prácticas en plena naturaleza.

Este aula se ubica fuera del albergue, accediendo por un patio, donde Eva y Diego van a hacer un pequeño  huerto ecológico y plantas aromáticas, otro de los pilares del proyecto, y un refugio ornitológico.

Eva y Diego no quieren renunciar al uso original del albergue y seguirá a disposición de los peregrinos, pero a éste se añaden dos más, el uso turístico y el de naturaleza; este último uso cobra especial importancia para los socios que enfocan sus actividades desde un punto de vista pedagógico y con especial incidencia en programas escolares, fines de semana programados y campamentos.

Leído en Diario de Burgos

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1 comentario en “El albergue de peregrinos de Olmos completa su uso”

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