Los albergues públicos de peregrinos de Melide y de Ribadiso, en Arzúa, son los primeros de la red de la Junta en contar con instalaciones totalmente adaptadas a personas con discapacitadas físicas y sensoriales. Tanto el refugio de la localidad melidense como el de ese núcleo del municipio vecino han sido objeto de sendas intervenciones en materia de accesibilidad universal, materializadas tras una inversión de cerca de 200.000 euros.
El resultado lo comprobó ayer en primera persona la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, en la visita que realizó a ambos albergues, en los que se acondicionaron los accesos con nuevas rampas, barandillas, pavimentos antideslizantes y plazas de aparcamiento adaptadas y con la necesaria señalización.
Ya en el interior de los inmuebles, la intervención, incluida en el plan de accesibilidad turística de Galicia y del Camino de Santiago, permitió dotar de mobiliario adecuado para las personas con movilidad reducida los aseos, dormitorios, cocinas, lavaderos y salas comunes, así como la recepción, donde también se colocó un bucle magnético para las personas que utilizan audífonos. A mayores, se reforzó la señalización táctil pensada para las personas con discapacidad visual con bandas en el suelo y pavimentos diferenciados.
En su visita a los albergues de Melide y Ribadiso, la directora de Turismo de la Junta estuvo acompaña, además de por representantes municipales con los alcaldes al frente, de miembros de colectivos que como Amarai —la asociación de personas con discapacidad de las comarcas arzuana y melidense— trabajan en la inclusión social y que, como tal, participaron en la redacción del plan autonómico de accesibilidad turística.
Lleído en La Voz de Galicia