Camino Portugués por la Costa: récord histórico y una asignatura pendiente en Vigo

El Camino Portugués por la Costa lleva años sonando cada vez más en los albergues, en las plazas y en las oficinas de turismo. Pero 2025 ha sido el año en que esa sensación se ha convertido en dato contundente: más de 75.502 Compostelas emitidas para quienes han llegado a Santiago por esta ruta, y eso a falta de tres meses para rematar el año. Es decir, ha superado ya el récord de 2024, que se quedó en 74.759 peregrinos, y lo ha hecho con margen.

Lo que hace nada era una variante “joven” pegada al Atlántico se ha consolidado como uno de los grandes caminos del momento. Las mochilas se ven en A Guarda, en los alrededores del monasterio de Oia, en el paseo marítimo de Baiona o entrando y saliendo de Vigo casi a cualquier hora. Sin embargo, justo ahí, en Vigo, aparece la gran contradicción: una ruta que bate récords… en la única ciudad europea por la que pasa un Camino de Santiago sin señalización oficial, según denuncia la propia Xunta de Galicia.

Un Camino que bate sus propios récords

La noticia del nuevo récord la confirmó públicamente Ana Ortiz, delegada de la Xunta en Vigo, tras reunirse con la nueva directiva de la Asociación de Hostelería de la ciudad. Sobre la mesa, una cifra muy concreta: 75.502 compostelas expedidas a peregrinos del Camino Portugués por la Costa con tres meses de año por delante. Eso significa que, aunque el contador se parase en seco, 2025 ya habría superado al completo a 2024.

Ortiz hablaba de “cifra mágica” y recordaba algo que quienes trabajan en el Camino repiten a menudo: las estadísticas de la Oficina del Peregrino solo recogen a quienes llegan a Santiago y pasan por la cola de la Compostela. La cifra real de caminantes siempre es mayor: hay quienes hacen solo un tramo, quienes terminan en otros santuarios, quienes no cumplen los 100 kilómetros mínimos para obtener la credencial o quienes simplemente no la piden.

Además del récord global, la Xunta subraya otro dato: el Camino de la Costa es el itinerario con mayor crecimiento relativo. Frente a otros caminos que crecen de forma más moderada, esta ruta está aumentando su afluencia en torno a un 20%, y en septiembre llegó a reunir a 15.445 peregrinos, superando incluso al Camino Portugués “clásico” en ese mes.

Para cualquier peregrino que esté planificando, la conclusión es clara: el Camino Portugués por la Costa ya no es una ruta minoritaria. Es un itinerario muy vivo, muy demandado y con una red de servicios que se ha tenido que poner las pilas para responder a esa avalancha de gente.

Un diamante que pasa por Vigo… casi a ciegas

En medio de los buenos datos, la delegada de la Xunta aprovechó para volver a señalar el gran punto negro: la falta de señalización oficial en Vigo. Según Ortiz, la ciudad olívica es la única ciudad de Europa por la que pasa un Camino de Santiago sin un trazado oficialmente señalizado con mojones y flechas.

La situación no es nueva, pero duele especialmente cuando el Camino Portugués por la Costa está en cifras históricas. Mientras otros municipios presumen de mojones, paneles informativos y rutas urbanas bien cuidadas, en Vigo el paso del Camino sigue dependiendo de marcas oficiosas, iniciativas puntuales y, sobre todo, de lo que cada peregrino lleve descargado en el móvil.

Ortiz lo resumió con una imagen muy gráfica: “Tenemos un diamante que recorre nuestra costa, pasa por Vigo y discurre por paisajes espectaculares, pero tenemos que lamentar la negativa del alcalde a señalizar la ruta”. Detrás de esa frase hay algo que cualquier peregrino entiende en cuanto se mete una tarde de lluvia en una ciudad grande: sin flechas claras, es fácil dar vueltas de más, perder el trazado o terminar andando por carreteras que no tocan.

Para ti, como peregrino, esto se traduce en una recomendación muy sencilla: en Vigo no puedes confiar solo en las flechas. Necesitas llevar el recorrido preparado y no tener reparo en preguntar. El Camino pasa por barrios tan emblemáticos como O Berbés y enlaza con el albergue de peregrinos y la salida hacia Redondela, pero es el caminante quien tiene que buscar el hilo, no al revés.

Por qué engancha tanto el Camino Portugués por la Costa

Más allá de las cifras y los roces políticos, el éxito del Camino Portugués por la Costa se entiende muy bien cuando uno se pone las botas y empieza a caminar.

En Galicia, la ruta entra por A Guarda, sigue la costa por Oia, Baiona y Vigo, enlaza con el Camino Portugués en Redondela y continúa luego por Pontevedra, Caldas de Reis, Padrón y Santiago. En muy pocos días pasas de los acantilados del Atlántico a los cascos históricos, de los pueblos marineros a ciudades con todos los servicios.

¿Qué hace tan atractivo este itinerario?

• El mar casi siempre presente: Buena parte del tramo gallego discurre pegado o muy cerca del Atlántico. En días despejados, las vistas a las Islas Cíes, la rompiente junto al monasterio de Oia o los paseos marítimos de Baiona y Vigo son de los que se quedan grabados.
• Etapas razonables y bien conectadas: Las jornadas están pensadas para ser asequibles para la mayoría de peregrinos, con posibilidad de acortar o alargar en función de la forma física y de los alojamientos disponibles. Además, la conexión con Portugal y con Oporto facilita muchísimo llegar al punto de inicio en transporte público o avión.
• Red de albergues y alojamientos en expansión: Conforme han ido subiendo las estadísticas, han aparecido nuevos albergues públicos y privados, casas rurales, pensiones y hoteles que han hecho del Camino de la Costa una ruta más segura para quien no quiere improvisar tanto.
• La sensación de “descubrir” algo: Muchos peregrinos que ya han hecho el Camino Francés o el Portugués interior se lanzan a la Costa buscando algo distinto: más mar, menos meseta, más ambiente marinero y la mezcla de Galicia y norte de Portugal en un mismo viaje.

Si quieres ver las etapas y los albergues de un vistazo, puedes apoyarte en la página resumen de contenidos de AlberguesCaminoSantiago.com, donde tienes organizados los caminos, las etapas y los alojamientos para poder enlazar fácilmente entre rutas y planificar con calma.

Consejos prácticos para el peregrino

Las cifras récord son una buena noticia, pero también un aviso para el peregrino despistado. El Camino Portugués por la Costa se puede disfrutar muchísimo si vas con un mínimo de previsión. Algunas ideas concretas:

• Lleva el track actualizado en el móvil: No solo para Vigo. Tener el recorrido cargado en una app (Maps.me, Organic Maps, Komoot, Wikiloc, la que uses) te da tranquilidad cuando las flechas se vuelven escasas, cuando entras en una zona urbana o cuando aparece una variante local.
• En temporada alta, reserva o llega pronto: Julio, agosto, Semana Santa y ciertos puentes concentran una parte muy importante de los peregrinos. En esas fechas, lo normal es que albergues y alojamientos clave (Baiona, Vigo, Redondela, Pontevedra…) se llenen muy pronto. Decide si eres de los que prefieren llegar temprano y hacer cola en los públicos, o de quienes van más tranquilos con una reserva previa hecha.
• Juega con las etapas: El esquema clásico A Guarda–Oia–Baiona–Vigo–Redondela–Pontevedra–Caldas–Padrón–Santiago funciona muy bien, pero no es obligatorio. Si un día estás cansado, si te enamoras de Baiona o si ves que en Vigo necesitas una jornada más corta para no llegar de noche a Redondela, reajusta. Uno de los secretos para disfrutar del Camino en rutas muy concurridas es no ir atado a los “días estándar”.
• Cuida los pies… y la cabeza: Al ser un Camino con bastante asfalto y paseo marítimo, las rodillas y las plantas de los pies sufren de otra manera que en la montaña. Un buen calzado, calcetines adecuados y pequeños descansos a lo largo del día ayudan más de lo que parece. Y mentalmente, no te agobies por la gente: en rutas con éxito, el truco está en aceptar que no vas solo y encontrar tu propio ritmo en medio del grupo.
• Infórmate de las alternativas: En caso de mal tiempo, obras o desvíos, es útil saber qué carreteras secundarias, sendas paralelas o conexiones de transporte público existen entre localidades. El Camino no es una autopista cerrada: tener alternativas en la recámara puede salvarte de una jornada nefasta.

Qué ver en el tramo costero entre A Guarda y Vigo

Aunque esta noticia hable de números, lo que realmente se lleva el peregrino a casa son imágenes y momentos. En el tramo entre la frontera portuguesa y Vigo hay varias paradas que merecen algo más que una foto rápida:

• A Guarda y el monte Santa Trega: A Guarda es, para muchos, la puerta de entrada a Galicia por la Costa. Si puedes, sube al monte Santa Trega: el castro, la vista del Miño desembocando en el Atlántico y la línea de costa por la que vas a caminar son de las panorámicas más impresionantes de todo el Camino.
• Monasterio de Santa María de Oia: Un icono del Camino Portugués por la Costa. El monasterio, literalmente de cara al mar, con el Atlántico rompiendo a sus pies, se ha convertido en la estampa clásica de esta ruta. Aunque el interior tenga usos y horarios concretos, solo el paso frente a sus muros ya justifica la etapa.
• Baiona: Ambiente marinero, paseo marítimo, casco histórico, la fortaleza de Monterreal vigilando la ría, barcas de pesca, terrazas… Es uno de esos lugares donde muchos peregrinos deciden alargar la parada, cenar con calma y disfrutar de la mezcla de Camino y vacaciones.
• Vigo: Más caótica en lo jacobeo, pero igualmente interesante. El puerto, el barrio histórico de O Berbés, las cuestas hacia el centro, los miradores sobre la ría y el propio albergue de peregrinos en la ciudad construyen una experiencia distinta: dejas por un momento la imagen de “pueblo marinero” y entras en una gran ciudad que, te guste más o menos, también forma parte del Camino.

Tras Vigo, el Camino se encamina hacia Redondela y enlaza con el trazado del Camino Portugués interior, ya con una señalización mucho más clásica y con pueblos como Pontevedra, Caldas o Padrón que completan un itinerario muy redondo para quienes buscan mar, historia y ambiente jacobeo.

FAQs — Preguntas frecuentes sobre el Camino Portugués por la Costa