El servicio, que reabre hasta el 11 de septiembre, necesita hospitaleros de apoyo que acompañen en su labor a las personas con discapacidad
El albergue de peregrinos de Anfas de Estella inició este viernes la temporada de su mayoría de edad. Dieciocho años de acogida en el Camino de Santiago que se cumplen con la ilusión del primer día. Como entonces, la tarde de la reapertura reunió en su sede del barrio de San Miguel a la familia de Anfas arropada por voluntarios e invitados. Estará en funcionamiento desde este fin de semana hasta el 11 de septiembre con 24 plazas, un número menor que el de años anteriores.
Estíbaliz Martínez Hortaleza, la responsable del servicio en Estella, recordaba en la inauguración el llamamiento realizado ya en los últimos días en las redes sociales. Hacen falta —explicaba— hospitaleros de apoyo para acompañar a las personas con discapacidad en la atención del albergue. Los primeros se incorporan ya este fin de semana, pero se necesitan más para cubrir los turnos. El tiempo de cada uno dependerá —decía— de la disponibilidad y los días que quieran comprometerse.
Como indicaba en su intervención, había muchas ganas de regresar después de dos años de altibajos. Porque, aunque abrieron ya el verano pasado, fue por un periodo más corto y marcado aún por las restricciones sanitarias. “Volvemos muy ilusionados y espero que la temporada esté llena de alegrías y buenos momentos. La motivación e ilusión para acoger a las personas peregrinas, la sensibilidad y la inclusión, participación activa y defensa de los derechos de las personas con discapacidad son algunos de los motivos por los que seguimos aquí y hacen que vivamos esta apertura como si fuese el primer día”.
Despedida del presidente
El concejal de Desarrollo Económico y Empresarial, Pablo Ezcurra, representó al ayuntamiento en el acto de apertura. El proyecto de Anfas —destacó— es un cable grande a la ciudad, “una iniciativa que hace posible atender como se merece a los peregrinos”. Les dio las gracias no solo “por lo que significa para el Camino” sino por haber hecho posible la acogida a las familias ucranianas”.
También el presidente de los Amigos del Camino de Santiago de Estella, Maxi Ruiz de Larramendi, les acompañó en la inauguración y destacó la importancia de este modelo de albergues.“Nos está costando mucho que los políticos aprendan que la acogida es lo más importante en el Camino y por lo que la gente vuelve”, indicó.
El de ayer fue el último acto oficial como presidente de Anfas de Javier Goldáraz, que se despidió destacado lo mucho que significaba hacerlo en el albergue, al que se refirió como una parte importante del Camino, “un servicio distinto y también necesario”. Ante un ciclo que acaba para él, se refirió a las personas con discapacidad como una más. Fue también el adiós para Larraitz Trinkado. que deja la junta directiva después de ocho años.
Leído en Diario de Navarra