El espíritu del Camino de Santiago se sostiene sobre tres pilares: fe, esfuerzo y hospitalidad. Desde hace 35 años, la organización Hospitaleros Voluntarios encarna esta última con una entrega ejemplar. Ahora, su labor altruista ha sido reconocida con el Premio Hermann Künig a la Hospitalidad, que en 2025 se concede por primera vez.
El galardón, impulsado por la Asociación de Amigos del Camino de Künig, busca poner en valor la acogida jacobea desinteresada, inspirándose en el monje alemán Hermann Künig, autor en el siglo XV de la primera guía del Camino, en la que trataba al peregrino como a un “hermano”.
La ceremonia de entrega tendrá lugar el próximo mes de octubre en la Real Abadía de San Isidoro de León, uno de los grandes enclaves históricos del Camino Francés.
Más de tres décadas de hospitalidad altruista
Los Hospitaleros Voluntarios nacieron en 1990, impulsados por la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago. Desde entonces, más de 10.000 personas de todo el mundo han pasado por este programa, ofreciendo acogida gratuita y solidaria en albergues de distintas rutas jacobeas.
En 2024 fueron más de 700 voluntarios los que participaron en turnos quincenales, atendiendo a los caminantes las 24 horas del día. La mayoría son antiguos peregrinos que, tras vivir la hospitalidad en primera persona, deciden dedicar parte de sus vacaciones a devolver lo recibido.
Los hospitaleros reciben formación previa y pueden integrarse en equipos de albergues grandes o trabajar en solitario en rutas menos transitadas, siempre siguiendo la filosofía del albergue a donativo y de la hospitalidad tradicional jacobea.
Hospitaleros en 2025
Durante este año, los voluntarios están presentes en albergues emblemáticos como Santa Cilia, Arrés, Zabaldika, Pamplona, Estella, Viana, Logroño, Grañón, Bercianos del Real Camino, El Burgo Ranero, Calzadilla de los Hermanillos, Ponferrada o Cacabelos, entre otros.
También prestan servicio en el Camino Mozárabe-Vía de la Plata, con albergues en Alcuéscar, Puerto Béjar, Salamanca o Zamora, e incluso en proyectos comunitarios como el de La Flor del Valle, en Quintanilla del Valle (León).
Un reconocimiento con valor simbólico
El jurado del premio estuvo presidido por el filósofo Rogelio Blanco e integrado por destacadas personalidades vinculadas al mundo de la Cultura y la Peregrinación, entre ellos Ana Isabel Barreda, Luis Gutiérrez Perrino o José de Cora Paradela.
El reconocimiento no tiene dotación económica, pero sí un fuerte valor simbólico: una placa de terracota realizada por la ceramista Marta Rivera, con la imagen de un peregrino medieval, y un diploma honorífico.
En palabras de Blanco, la hospitalidad “es recibir al otro como hospes (amigo) y no como hostes (enemigo)”, un valor que cobra especial sentido en tiempos en los que la mercantilización del Camino avanza frente a la tradición del donativo.
Qué significa este premio para el Camino
El Premio Hermann Künig a la Hospitalidad pretende reforzar la idea de que el Camino de Santiago es, por encima de todo, una experiencia humana de acogida y fraternidad. Reconocer la labor de los Hospitaleros Voluntarios supone también reivindicar un modelo de albergue donde lo importante no es la comodidad material, sino la cercanía, la escucha y la entrega.
FAQs — Preguntas frecuentes sobre los Premios Hemann Küning
¿Qué son los Hospitaleros Voluntarios?
¿Qué es el Premio Hermann Künig a la Hospitalidad?
¿Dónde se entregará el premio este año?
Cuántos hospitaleros han participado hasta hoy?
Qué significa la hospitalidad tradicional jacobea?
Basado en La Nueva Crónica

