Cómo cuidar tus ojos en el Camino si usas lentillas

El Camino de Santiago no solo se hace con los pies. Se camina paso a paso hacia la meta, y los ojos no solo te permiten apreciar la belleza que te rodea, sino que también son con los que te guías continuamente. Pero… ¿y si la vista falla? ¿Y si un descuido con tus lentillas te obliga a ver borroso?

Para quienes usan lentillas, el Camino puede suponer un reto añadido: polvo, viento, sequedad en los ojos, pequeñas motas de polvo, duchas compartidas y alojamientos con higiene variable. Todo esto puede hacer que una simple molestia ocular se convierta en un problema mayor si no se toman ciertas precauciones.

La buena noticia es que sí, puedes hacer el Camino con lentillas y disfrutarlo con toda la intensidad visual que merece. Solo necesitas un poco de planificación, productos adecuados y unos cuantos buenos hábitos. Aquí te lo contamos todo.

Consejos esenciales para peregrinos con lentillas

1. Lentillas diarias: menos complicaciones, más higiene

Si puedes elegir, opta por lentillas diarias. Evitan tener que limpiar y conservar, y te permiten estrenar un par nuevo cada día. Eso reduce notablemente el riesgo de infecciones, sobre todo cuando no sabes con certeza si encontrarás agua caliente o un baño limpio.

Además, ocupan poco espacio y pesan menos: perfectas para una mochila que debe ir ligera y funcional.

2. Lávate las manos… de verdad

En casa quizás no lo pienses tanto. Pero en el Camino, la clave está en lavarse bien las manos antes de tocar los ojos o manipular las lentillas. Usa agua potable siempre que puedas, y mantén las manos siempre limpias cuando vaya a manipular las lentillas. Importante: sécate las manos con papel, no con toallas ‘normales’ porque pueden contaminar tus manos otra vez.

3. Gotas hidratantes: el alivio que no sabías que necesitabas

Tras varias horas bajo el sol, con viento, caminando entre caminos de tierra o asfalto… los ojos se resecan. Llevar un pequeño frasco de gotas humectantes o lágrimas artificiales te puede salvar la jornada. Aplícalas al final del día o cuando sientas picor, fatiga o arenilla.

4. No subestimes el sol

Los rayos UV afectan también a los ojos, incluso cuando está nublado. Usa gafas de sol con filtro UV 100 %, sobre todo si tus lentillas no ofrecen protección adicional. Si tienes ojos claros o sensibles, esto es aún más importante.

5. Lleva siempre un plan B

Las gafas graduadas no son un estorbo: son tu salvavidas si algo falla. Si tus lentillas se rompen, se pierden o simplemente no puedes usarlas por irritación, necesitarás ver para llegar a la siguiente etapa. Guarda tus gafas en una funda rígida y protégelas bien.

Además, lleva contigo un pequeño “kit de emergencia óptica” en una bolsita estanca: lentillas extra, líquido, pinzas y lo que uses habitualmente

Tu botiquín óptico para el Camino: checklist

Aquí va lo esencial que deberías llevar contigo si usas lentillas:

✔ Lentillas diarias (1 par por día + 2 de repuesto).
✔ Gafas graduadas.
✔ Estuche de gafas rígido.
✔ Gotas humectantes o lágrimas artificiales.
✔ Toallitas oftálmicas (limpieza de párpados).
✔ Gel desinfectante de manos (sin perfume).
✔ Espejo pequeño.
✔ Toallitas húmedas antibacterianas.
✔ Bolsita estanca o neceser impermeable.

Para equiparte de forma cómoda y especializada, puedes confiar en Lentes de Contacto 365, una tienda online con entrega en toda España y una amplia gama de lentillas, líquidos, colirios y productos para la salud ocular. Tener tu visión bajo control empieza por elegir bien tus aliados.

Ver bien mejora tu experiencia del Camino

Ver con nitidez no es solo una cuestión física. Porque cuando ves bien, también “miras” mejor: a los demás, al paisaje y a lo que te rodea.

Cuidar tu salud ocular es también cuidar tu experiencia. Que tus ojos no sean un obstáculo, sino una ventana abierta a todo lo que el Camino tiene para darte.

FAQs – Preguntas frecuentes de peregrinos con lentillas

Enlaces útiles

• Qué llevar en la mochila del peregrino