El Camino de Santiago no es un viaje más, es una experiencia enriquecedora, un reto personal, espiritual y físico que atrae a miles de peregrinos cada año. No obstante, para aquellos que viven con SIBO (sobre crecimiento bacteriano en el intestino delgado) o colon irritable, ese reto va más allá y se extiende también al ámbito digestivo.
Las comidas y snacks típicos en el Camino, aunque resultan muy tentadores, no son aptos para estómagos sensibles. Sin embargo, con una buena planificación, es posible disfrutar de esta aventura sin que tu sistema digestivo se resienta. Así que, ¡no dejes que un colon quisquilloso te impida ponerte las botas de peregrino!
Consejos de dieta para SIBO y menú para colon irritable
La buena noticia para quienes necesitan llevar una dieta para SIBO es que muchos alimentos bajos en FODMAP pueden encontrarse en el Camino o llevarse en la mochila. Los FODMAP son carbohidratos fermentables que tienden a provocar gases y otros síntomas en personas con SIBO o colon irritable, de manera que evitarlos es la mejor forma de no tener problemas digestivos.
Snacks que salvan el día
Las nueces y ciertas frutas, como por ejemplo el plátano, son excelentes snacks antiinflamatorios y opciones y fáciles de encontrar en cualquier tienda de alimentos. Otro snack perfecto, si no eres intolerante a la lactosa, es el queso duro en pequeñas cantidades, ya que aporta proteínas y grasas sin ser agresivo con tu intestino.
Comidas ligeras y no irritantes
A lo largo del Camino de Santiago es fácil encontrar pan y avena sin gluten en algunos supermercados. La avena es un alimento suave y saciante, ideal para desayunos o cenas para asentar el estómago. En los albergues también es común encontrar arroz y papas, básicos que complementan a la perfección con verduras cocidas bajas en FODMAP, como las zanahorias y las espinacas.
Bebidas amigables con el estómago
Las infusiones de menta o jengibre calman los malestares digestivos después de las comidas, y lo mejor de todo es que no suelen faltar en los bares y albergues del Camino. Asimismo, es importante mantenerse hidratado, evitando siempre el café y al alcohol, que inflaman el sistema digestivo.
Organización de la comida diaria en el Camino
Planificar tus comidas de una forma estratégica para conseguir un menú para colon irritable es la clave para evitar la sintomatología adversa relacionada con esta dolencia. La estrategia es comer poco y de manera frecuente, manteniendo un nivel de energía constante.
Menú sugerido para un día de peregrinación
Este que se presenta a continuación resultará ideal para consumir durante una jornada del Camino pata todo aquel que soportar esta patología.
Desayuno
Un tazón de avena sin gluten con un plátano pequeño y un puñado de nueces. Se puede añadir una cucharadita de aceite de coco para darle un toque saciante sin irritar el sistema digestivo y disfrutar de una buena primera comida.
Media mañana
Un par de mandarinas y unas cuantas almendras. Son fáciles de llevar y aportan energía sin saturar.
Almuerzo
Un bocadillo de pan sin gluten con pechuga de pollo cocido y espinacas. Otra opción es un plato de arroz con verduras cocidas, que puedes encontrar fácilmente en muchos bares del Camino.
Media tarde
Un snack de queso duro y unas rodajas de pepino o zanahorias. Se trata de un pequeño, pero importante, empujón de energía para mantener el paso cuando la energía ya va flaqueando.
Cena
Un plato de papas asadas con un poco de pescado a la plancha y un puñado de espinacas es una combinación ideal. Para finalizar, una infusión de menta o jengibre ayuda a la digestión y prepararte para un descanso sin malestares estomacales.
Kit digestivo esencial para el Camino
Llevar un kit básico para emergencias digestivas puede marcar la diferencia entre un día tranquilo y uno complicado en el Camino. Aquí te presento algunas recomendaciones basadas en mi propia experiencia.
Probióticos y enzimas digestivas
Los probióticos específicos para SIBO pueden ayudar a equilibrar la flora intestinal durante el Camino. Además, las enzimas digestivas son útiles si vas a comer algo nuevo o que te genere dudas.
Magnesio
Este mineral no solo es beneficioso para tus músculos, clave durante el Camino, sino que también ayuda a regular el tránsito intestinal.
Carbón activado
Aunque no es para un uso diario, el carbón activado puede ser un buen aliado en caso de emergencia para aliviar los gases y la hinchazón.
Infusiones
Llevar bolsitas de té de menta, manzanilla o jengibre es una excelente idea, ya que son conocidas por sus efectos calmantes sobre el sistema digestivo y pueden ser una salvación al final de una jornada.
En definitiva, recorrer el Camino de Santiago con una condición digestiva como SIBO o colon irritable puede parecer intimidante, pero con una buena planificación y algunos ajustes, es completamente posible disfrutar de la experiencia sin sacrificar tu bienestar. Cada paso que des, cada bocadillo que comas y cada infusión que tomes te recordará que el Camino es tan tuyo como de cualquier otro peregrino. Así que, si en algún momento tu sistema digestivo intenta sabotearte, recuerda que tienes las herramientas y el conocimiento necesario para mantenerlo bajo control.