Elegir la mejor época para recorrer el Camino Portugués es clave para disfrutar de una experiencia completa y satisfactoria. Esta ruta, que parte desde Lisboa y sobre todo desde Oporto (el Camino Portugués por la Costa), atraviesa lugares cargados de historia, cultura y paisajes naturales que evolucionan con las estaciones del año.
A continuación, analizamos las ventajas y desventajas de cada temporada para ayudarte a decidir cuándo es el mejor momento para iniciar tu Camino.
Primavera: la estación más equilibrada
Marzo a junio
La primavera es, para muchos, la mejor época para hacer el Camino Portugués. Las temperaturas son suaves, los días son largos y los paisajes están en pleno esplendor. Es habitual caminar rodeado de campos verdes y flores silvestres, con temperaturas que oscilan entre los 15 y los 20 grados.
A nivel de afluencia, esta temporada es quizás la mejor: encontrarás compañía sin aglomeraciones. Además, la mayoría de los albergues y servicios ya están abiertos, lo que facilita la logística.
Es recomendable llevar chubasquero, ya que pueden aparecer lluvias primaverales, especialmente en Galicia.
✅ Ideal para: quienes buscan clima agradable, naturaleza viva y tranquilidad.
Verano: más servicios, más gente, más calor
Julio a septiembre
Es la temporada alta del Camino Portugués. Muchos peregrinos eligen estos meses porque coincide con vacaciones y festividades locales. Hay más ambiente, más servicios abiertos y más oportunidades para socializar.
Eso sí, el calor puede ser un reto, especialmente en el interior de Portugal. Las temperaturas superan los 30°C en algunas jornadas, por lo que conviene madrugar para evitar las horas centrales. También es más difícil encontrar sitio en los albergues públicos sin reserva previa.
✅ Ideal para: quienes priorizan el ambiente peregrino, festivales locales y buena infraestructura. Aconsejable reservar alojamiento.
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Otoño: colores cálidos y caminos tranquilos
Octubre a noviembre
El otoño ofrece temperaturas frescas (entre 10 y 20°C) y paisajes impresionantes teñidos de ocres y dorados. Hay menos peregrinos en la ruta, lo que se traduce en más disponibilidad en los albergues y mayor silencio para quienes buscan una experiencia introspectiva.
La mayor desventaja es la lluvia. Galicia y el norte de Portugal son zonas húmedas, así que el calzado impermeable y una buena capa son imprescindibles.
✅ Ideal para: quienes prefieren un Camino tranquilo, con encanto visual y reflexión personal.
Invierno: soledad, introspección y preparación
Diciembre a febrero
Recorrer el Camino Portugués en invierno es una decisión valiente. Las temperaturas son bajas, y algunos tramos pueden tener niebla, lluvia o incluso heladas. Sin embargo, para quienes buscan soledad, introspección y autenticidad, el invierno ofrece un Camino diferente y profundamente espiritual.
Es fundamental planificar bien: muchos albergues cierran en esta época, y la infraestructura se reduce. Consulta previamente qué alojamientos están operativos en cada etapa.
✅ Ideal para: peregrinos experimentados que buscan soledad, recogimiento y un reto personal.
Otros factores a tener en cuenta
- Festividades: Celebrar el Día del Apóstol Santiago (25 de julio) en la plaza del Obradoiro es una vivencia inolvidable, pero también la más concurrida del año.
- Disponibilidad de albergues: En temporada alta todo está abierto, pero en invierno muchos albergues cierran. Consulta siempre antes de salir.
- Estado físico y mental: Escoge la época del año que mejor se adapte a tus capacidades físicas y a tu objetivo personal: ¿espiritualidad, reto deportivo, cultura?
Consejos prácticos según la temporada
- Verano: Reserva alojamiento con antelación, lleva gorra, crema solar y comienza a caminar al amanecer.
- Otoño e invierno: Lleva ropa impermeable, linterna frontal (los días son más cortos) y calzado resistente.
- Primavera: Equilibra lo mejor de cada estación, pero no subestimes las lluvias.
- Siempre: Escucha a tu cuerpo, hidrátate, come bien y disfruta el proceso.
Conclusión
No hay una única mejor época para hacer el Camino Portugués: hay tantas opciones como tipos de peregrinos. Lo importante es que elijas el momento del año que mejor se adapte a tu objetivo, tu forma física y tus expectativas. Ya sea bajo el sol del verano, entre los colores del otoño o en la floración primaveral, cada estación te regalará un Camino único.
¿Y tú, cuándo harás el tuyo?
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