El Camino del Norte guarda algunos de los tramos más memorables de toda la ruta jacobea, y el que une Bilbao con Santander es uno de ellos. Son algo más de 115 kilómetros de viaje a pie que pueden recorrerse en 6 o 7 días, combinando lo mejor del norte peninsular: acantilados, pueblos marineros, patrimonio histórico, gastronomía local y la hospitalidad de los albergues.
Desde el bullicio urbano de Bilbao hasta la elegancia señorial de Santander, este tramo es ideal para quienes buscan una experiencia jacobea menos masificada, con un desafío físico moderado y una fuerte carga emocional.
Primeros pasos: de Bilbao al mar
El punto de partida es Bilbao, ciudad que por sí misma ya justifica una visita. El peregrino puede sellar su credencial en la Iglesia de Santiago del Casco Viejo, recorrer la ría, despedirse del Museo Guggenheim y, tras dejar atrás los barrios industriales, adentrarse en zonas boscosas y rurales.
El primer hito es Portugalete, con su Puente Colgante, Patrimonio de la Humanidad. Desde allí, el Camino se abre hacia la costa, donde esperan paisajes que marcan un antes y un después en la ruta.
El espectáculo de la costa vasca
El paseo de Itsaslur, entre Muskiz y Pobeña, es uno de los grandes regalos de este tramo. Senderos sobre acantilados, aire marino y la sensación de caminar al borde del océano acompañan cada paso.
Poco después se entra en Cantabria, con la llegada a Castro Urdiales, villa marinera de origen romano. Su iglesia gótica de Santa María, el castillo-faro y el ambiente del puerto convierten la parada en un recuerdo imborrable. Aquí el peregrino puede reponer fuerzas con sardinas, rabas o marmitako.
Laredo y Santoña: arena y marismas
El Camino continúa hacia Laredo, célebre por su Playa de la Salvé y sus calles medievales. Desde aquí, una barca tradicional permite cruzar la bahía hasta Santoña, una de las experiencias más pintorescas de todo el trayecto.
Santoña no es solo anchoas: el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel ofrece un recorrido más introspectivo, entre humedales y aves migratorias. Tras esta etapa, el peregrino se adentra en pueblos como Noja, Isla o Bareyo, cada uno con iglesias románicas, panaderías de sobaos y la cercanía hospitalaria de la gente local.
Güemes: hospitalidad universal
Entre todos los lugares de este tramo, el albergue de Güemes ocupa un sitio especial. Dirigido por el sacerdote Ernesto Bustio, es mucho más que un alojamiento: es un centro espiritual del Camino del Norte, donde se comparte cena, conversación y reflexión.
Muchos peregrinos consideran la estancia en Güemes como una de las experiencias más transformadoras de todo el Camino.
Santander: elegancia frente al mar
Tras pasar por Loredo y Somo, el Camino bordea acantilados con espectaculares vistas de la bahía de Santander. El cruce en barco ofrece una entrada inolvidable a la capital cántabra.
En Santander, la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción brinda el sello final de este tramo, pero no necesariamente el último de la peregrinación. Muchos continúan hacia Asturias y Galicia; otros deciden terminar aquí, disfrutando de la ciudad, sus playas del Sardinero, su paseo marítimo y su rica oferta cultural y gastronómica.
Etapas propuestas
En función no solo de los kilómetros, sino de los albergues disponibles, te proponemos estas etapas:
- Bilbao – Portugalete (19,2 km.) Tiempo estimado: 4,75 h. :: Dificultad: Media/Baja
- Portugalete – Castro Urdiales (25,4 km.) Tiempo estimado: 6,5 h. :: Dificultad: Media
- Castro Urdiales – Laredo (25,7 km.) Tiempo estimado: 6,5 h. :: Dificultad: Media
- Laredo – Güemes (28,7 km.) Tiempo estimado: 7,25 h. :: Dificultad: Media
- Güemes – Santander (15,5 km.) Tiempo estimado: 3,75 h. :: Dificultad: Baja
Recomendaciones prácticas
- Duración: 6-7 días a ritmo medio.
- Distancia: 115 km aprox.
- Dificultad: moderada, con algunas subidas en la costa.
- Mejor época: primavera y otoño, por el clima suave.
- Qué llevar: calzado cómodo, chubasquero, bastones y mochila ligera.
- Gastronomía: anchoas, sobaos, quesadas, quesos cántabros, marmitako y rabas.
No dejes de ver…
- Bilbao: Museo Guggenheim y Casco Viejo.
- Portugalete: Puente Colgante.
- Castro Urdiales: iglesia de Santa María y castillo-faro.
- Laredo: Playa de la Salvé y Puebla Vieja.
- Santoña: marismas y conserveras de anchoas.
- Güemes: su albergue, símbolo del espíritu del Camino.
- Santander: catedral, paseo marítimo y playa del Sardinero.
No dejes de probar…
- Anchoas de Santoña: orgullo gastronómico cántabro.
- Sobaos y quesadas pasiegas: dulces tradicionales de la región.
- Rabas de calamar: el aperitivo imprescindible en los bares de la costa.
- Marmitako de bonito: guiso marinero energético para el caminante.
- Quesos artesanos cántabros: desde el picón hasta el de nata.
FAQs — Preguntas frecuentes sobre el Camino del Norte de Bilbao a Santander
Cuántos días necesito para hacer el Camino del Norte entre Bilbao y Santander?
Qué distancia hay entre Bilbao y Santander por el Camino del Norte?
Cuál es la etapa más bonita de este tramo?
Dónde merece la pena parar a descansar más de una noche?
Es un tramo difícil?


Entradas relacionadas
El Albergue de peregrinos de Irún cierra la temporada con 2.900 pernoctaciones
2.500 peregrinos pernoctaron en el albergue carmelita de Marquina de paso a Santiago