Hay caminos que se pisan y caminos que se navegan. La Ruta Traslatio, integrada en la Variante Espiritual del Camino Portugués, es de estos últimos: un viaje por mar y río que rememora la llegada del cuerpo del Apóstol Santiago a Galicia y que hoy convierte a la ría de Arousa y al río Ulla en un itinerario espiritual único en el mundo.
A cada bordada, una cruz de piedra vigila desde la costa; a cada virada, el rumor de las bateas, las aves marinas y la luz atlántica que cambia por minutos.
Este trayecto es mucho más que una travesía: es un Vía Crucis marítimo‑fluvial señalado por 17 cruceiros y calvarios, una constelación de hitos de granito que acompasan el avance de la embarcación desde Ribeira hasta Pontecesures. El mar aquí no es solo paisaje, es memoria jacobea.
Cómo nació un Vía Crucis único
La idea de señalar la Traslatio con cruces de piedra germinó en los años sesenta en la mente de José Luis Sánchez‑Agustino López (1935–2010), pionero en la promoción jacobea. Entre 1963 y 1965, gracias a donaciones de instituciones y particulares, se fueron levantando cruceiros en riberas, puntas y pequeños islotes de la ría y del Ulla. La iniciativa quiso convertir el relato fundacional —la barca que trae los restos del Apóstol— en una experiencia tangible, visible desde la cubierta y desde tierra.
Años después, la creación de la Fundación Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla (1999) consolidó el proyecto y su vocación doble: espiritual y turística. Desde entonces, el peregrino puede leer la ría como un libro de piedra que guía hacia Compostela.
La ruta emocional: de cruceiro en cruceiro
No es necesario “verlos todos” para sentir la Traslatio, pero conocer algunos detalles ayuda a mirar de otra manera mientras navegas o paseas por la costa:
- Ribeira. El cruceiro mira de frente al Atlántico. Su Cristo parece vigilar la boca de la ría, y en el fuste aparece un Apóstol peregrino. Primer latido del viaje.
- Vilagarcía de Arousa. Cinco guardianes de granito repartidos entre Isla Malveira Grande (en el Parque Nacional de las Islas Atlánticas), Punta Corveiro, O Salgueiral, O Campanario y Punta Grandeiro. Este último, asentado sobre bloques graníticos que emergen y desaparecen con la marea, luce en el capitel la cruz de Santiago.
- Rianxo. Junto a la capilla de San Bartolomé se alza un cruceiro (2004), y en Punta Patiño un calvario de tres cruces, la central más alta y solemne, recorta el horizonte como una firma de fe.
- Catoira. Tres piezas con carácter: Outeiriño, patio de gacetas y cormoranes; Illota Telleiras, con símbolos y memento mori grabados; e Insua do Rato, a un suspiro de las Torres de Oeste, baluarte medieval frente a incursiones normandas.
- Valga. O Texar y Cordeiro suman dos jalones más en el ascenso del Ulla.
- Boiro. El cruceiro de Cabo de Cruz mira a las bateas donde crecen los mejillones que dan de comer a la ría.
- A Pobra do Caramiñal. Junto a la Casa Mariñeira (Oficina de Turismo), otro cruceiro recoge el tránsito de viajeros entre puertos y plazas.
- Pontecesures. El Vía Crucis se cierra con un cruceiro rescatado de las aguas y hoy erguido en la Plaza dos Valeiros, además de un monumento jacobeo en la antigua Vía XIX romana.
Cómo vivir la Traslatio: guía práctica paso a paso
- Elige la ventana de buen tiempo. De primavera a comienzos de otoño la luz es más amable y el mar suele estar más estable. Aun así, la ría cambia rápido: consulta previsiones y estado de la mar.
- Reserva tu travesía. Varias empresas locales realizan el recorrido. En temporada alta, conviene reservar con antelación. Muchas ofrecen explicaciones a bordo para interpretar los cruceiros.
- Conecta con la etapa a pie. La experiencia completa encaja con la Variante Espiritual y con su etapa Vilanova de Arousa – Pontecesures – Padrón (Traslatio).
- Lleva Credencial. Podrás sellarla durante la jornada (consulta a bordo o en los puntos de información) y así integrar la travesía en tu Camino.
- Mira, no solo veas. En marea baja emergen escollos y bancos de arena; en pleamar, algunos cruceiros parecen flotar. El mismo lugar cambia con la luz y la marea.
- Cuida el entorno. Muchas zonas tienen protección ambiental (islas, marismas, colonias de aves). Respeta indicaciones y evita desembarcos no autorizados.
Qué ver en la ruta y alrededores
- Torres de Oeste (Catoira): vestigio defensivo medieval asociado a las “romerías vikingas”.
- Isla Malveira Grande (Parque Nacional): visión de bateas, cormoranes y fondos someros de gran riqueza.
- Casco histórico de Rianxo y A Pobra do Caramiñal: plazas marineras, soportales y arquitectura indiana.
- Pontecesures: la Vía XIX romana y el puente sobre el Ulla, puerta hacia Padrón y Santiago.
No dejes de probar…
- Mejillón de batea y almejas de la ría (a la marinera o en empanada).
- Navajas a la plancha en los puertos de la ría.
- Empanada de xoubas y caldereta marinera.
- Vinos D.O. Rías Baixas (Albariño) para acompañar el sabor salino de la ruta.
Consejos finales del peregrino
- Capas, no abrigo pesado: el viento atlántico manda.
- Protección solar y gorra: la reverberación del agua quema más de lo que parece.
- Prismáticos pequeños: transforman la travesía (aves, detalles de los cruceiros, bateas).
- Plan B: si la mar está revuelta, puedes optar por el trazado terrestre de la Variante Espiritual y dejar la travesía para otra jornada.
FAQs: Preguntas frecuentes sobre la Ruta Traslatio y consejos para el peregrino
¿Qué es exactamente la Traslatio?
¿Por qué se dice que es el único Vía Crucis marítimo‑fluvial del mundo?
¿Cuándo se instalaron los cruceiros?
¿Cómo se integra con el Camino a pie?
¿Puedo sellar la Credencial durante la travesía?
¿Se hace todo el año? ¿Cuál es la mejor época?
¿Es necesario reservar con antelación?
¿Y si hay mala mar o niebla?
¿Se ven todos los cruceiros desde el barco?
¿Puedo hacer solo un tramo?
Enlaces útiles