Recuperación del Camino de Sakana en Navarra

El Camino de Santiago de Sakana es uno de esos trazados que casi se pierden en la memoria… hasta que un puñado de personas decide que no está dispuesto a dejarlo morir. Entre hayedos, caseríos y viejos hospitales de peregrinos, este “camino olvidado” vuelve a respirar gracias al trabajo en auzolan de vecinos y amantes del patrimonio. Y, si te gusta el Camino con historia, calma y poco ruido, conviene que empieces a tenerlo en el radar.

Un camino antiguo que vuelve a contar su historia

El llamado Camino de Santiago de Sakana recorre unos 46 kilómetros por esta comarca navarra, siguiendo en buena medida el trazado de una antigua calzada romana. Durante siglos fue una de las grandes puertas de entrada a la meseta y a Compostela: unía Pamplona con Vitoria para continuar hacia Burgos y enlazar con lo que luego sería el gran eje jacobeo.

Con el tiempo, la historia lo fue arrinconando. A partir del siglo XI, cuando el rey Sancho el Mayor impulsó el desvío de los peregrinos desde Pamplona hacia el suroeste, nació el actual Camino Francés, mucho más directo hacia Puente la Reina, Estella y Logroño. La ruta de Sakana pasó a segundo plano, primero como camino menor, luego como itinerario casi olvidado.

Hoy, sin embargo, vuelve a tener nombre y apellido: es el quinto Camino de Santiago de Navarra, reconocido oficialmente junto con los dos ramales del Francés, el Camino del Baztán y el Camino del Ebro.

De la calzada romana Iter XXXIV a un Camino jacobeo primigenio

Para entender este camino hay que poner la vista muy atrás. Su origen se remonta al siglo I, cuando formaba parte de la calzada romana Iter XXXIV (Ab Asturica Burdigalam), que conectaba Astorga con Burdeos atravesando León, Palencia, Burgos, Álava y Navarra antes de cruzar los Pirineos.

Entraba en Navarra por Roncesvalles y, tras llegar a Pamplona, se adentraba en Sakana por el paso de Oskia. La siguiente parada importante era Zamartze, la antigua Aracaeli, documentada desde el Alto Imperio Romano. Desde allí la vía continuaba por la Llanada Alavesa hasta Vitoria y seguía rumbo a la meseta.

Siglos más tarde, cuando el culto a Santiago se extendió por Europa, esta calzada romana se reutilizó como camino de peregrinación: por ella entraron cristianismo, nuevas ideas, productos comerciales y formas de entender el arte que dejaron su huella en la comarca. De ahí que muchos especialistas la consideren la ruta jacobea primigenia de Navarra, mucho antes de que el Camino Francés ganara protagonismo.

Zamartze, el hospital de peregrinos que salió de la tierra

El monasterio de Santa María de Zamartze, en Uharte Arakil, es una de las claves para comprender este camino. Entre 2010 y 2015, las excavaciones dirigidas por Aditu Arkeologia sacaron a la luz restos romanos, necrópolis medieval y, sobre todo, señales clarísimas de paso de peregrinos: conchas de vieira, algunas perforadas, y un bordón hallados en tumbas.

Esos hallazgos confirmaban lo que muchos sospechaban: Zamartze fue hospital de peregrinos y punto clave de esta vía jacobea durante la Edad Media. No es solo un monasterio bonito en mitad del valle; es una pieza más de ese puzzle que une calzadas romanas, rutas comerciales y caminos de fe.

No es casualidad que el grupo de amigos del Camino de Sakana haya escogido precisamente Zamartze como lugar de encuentro para su jornada divulgativa. Allí, el arqueólogo Fran Valle de Tarazaga, que participó en aquellas excavaciones, explica la importancia histórica de los hospitales de peregrinos y el papel de este enclave en la ruta hacia Compostela.

Un Camino recuperado a golpe de auzolan

La recuperación del Camino de Sakana no ha sido un proyecto “desde un despacho”, sino un trabajo de años a base de auzolan —trabajo comunitario— de vecinos y voluntarios. La idea empezó a tomar forma en 2014, cuando un pequeño grupo de personas interesadas en la antigua calzada romana se puso en contacto con la Agencia de Desarrollo de Sakana. La propuesta encajó en el Plan Estratégico comarcal: rescatar parte de la historia y del patrimonio a través del Camino de Santiago.

Lo primero fue definir un trazado:

• Respetando al máximo el recorrido histórico.
• Garantizando seguridad (evitando carreteras peligrosas).
• Conectando los pueblos de Sakana.
• Poniendo en valor ermitas, cruceros, monasterios y elementos singulares.

Con la ayuda de una empresa especializada y de la gente del valle, se dibujó un itinerario de 46,1 km. El proyecto se dio por terminado en 2016 y ese mismo año recibió el apoyo de los ayuntamientos de la zona y de la Mancomunidad de Sakana.

Más adelante llegó la señalización, en 2019, con chapas azules con una flecha que marcan el camino. El mantenimiento sigue a cargo del propio grupo, hoy formado por unas doce personas, varias de ellas implicadas desde el inicio.

El reconocimiento institucional del Gobierno de Navarra como quinto Camino de Santiago de la comunidad fue el espaldarazo definitivo: el Camino de Sakana dejaba de ser “un proyecto local” para convertirse en una ruta jacobea oficial, a la altura —en términos de reconocimiento— de otros caminos históricos de la comunidad foral.

Cómo es hoy el Camino de Santiago de Sakana

El recorrido discurre por el valle del río Arakil, entre montes, robledales y hayedos, salpicado de caseríos y pueblos con casonas blasonadas. A nivel patrimonial, el camino permite descubrir un rosario de lugares que justifican por sí solos una escapada:

• Ermita de Santiago de Itxasperri, en Egiarreta, pequeña joya vinculada directamente a la tradición jacobea.
• Monasterio de Zamartze, en Uharte Arakil, con su historia romana y hospitalaria.
• Los cruceros en hastial de Arruazu.
• La picota de Lakuntza, recuerdo de jurisdicciones medievales.
• La ermita de Santiago de Bakaiku.
• La zona de Aitzaga, en Iturmendi, un entorno natural muy apreciado en la comarca.

Todo ello, enlazando pueblos que conservan bien la arquitectura tradicional navarra: casas de piedra, escudos en las fachadas y calles donde todavía se camina más que se conduce.

En la práctica, el Camino de Sakana es ideal para:

• Hacerlo en dos o tres días de marcha, según el nivel de cada uno.
• Recorrerlo por tramos de un día, como excursiones temáticas de fin de semana.
• Utilizarlo como entrenamiento antes de un Camino más largo (Francés, Primitivo, Norte…), probando equipo y ritmo.

Conexiones con otros Caminos y servicios para el peregrino

El Camino de Sakana no es una “isla” aislada: se entiende como un itinerario de enlace dentro de la red jacobea. Desde Pamplona se puede llegar a la comarca por la Vía Verde del Plazaola y, a partir de ahí, seguir hacia Vitoria y Burgos para enlazar con el gran eje histórico hacia León y Galicia.

La web oficial del Camino de Santiago de Sakana destaca que hoy está señalizado y cuenta con los servicios necesarios para el peregrino, aunque no estamos hablando de la densidad de albergues del Camino Francés. Encontrarás alojamientos rurales, pequeños hoteles y bares en los pueblos, pero conviene planificar mínimamente dónde vas a dormir y comer.

Si estás pensando en encadenar esta ruta con alguno de los Caminos principales hacia Santiago, puede ayudarte echar un vistazo al resumen de caminos, etapas y albergues que ya tienes organizado en esta web. Es una buena forma de ver cómo el Camino de Sakana puede encajar en un viaje más largo por varias rutas jacobeas:
→ https://www.alberguescaminosantiago.com/resumen-contenidos-caminos-etapas-y-albergues/

Un futuro que mira al Año Jacobeo de 2027

El grupo que impulsa el Camino de Sakana no se conforma con haber trazado y señalizado la ruta. El siguiente paso pasa por constituirse como agrupación jacobea formal, atraer a más personas y trabajar en red con asociaciones de otras zonas de Navarra, como Puente la Reina o el Baztán.

Con la vista puesta en el Año Jacobeo de 2027, ya están preparando una agenda de actividades: charlas, marchas guiadas, jornadas divulgativas… un calendario pensado para que tanto vecinos como peregrinos ocasionales descubran que en Sakana también se camina hacia Santiago, por una ruta que huele a historia y a bosque húmedo.

Si te atraen los Caminos menos masificados, con mucha arqueología y mucho trabajo comunitario detrás, este puede ser uno de esos itinerarios que merece anotar en la libreta de “próximos proyectos”.

FAQs — Preguntas frecuentes sobre el Camino de Santiago de Sakana