El Gobierno de Navarra, para proteger la seguridad de los caminantes y de los equipos de rescate, restringe el acceso a la etapa pirenaica entre Saint-Jean-Pied-de-Port y Roncesvalles y obliga a tomar la variante por Valcarlos.
Prohibido el paso a los peregrinos en la etapa más dura del Camino Francés
Hasta el verano del 2015 era, simplemente, una recomendación pero desde este año se ha convertido en una orden. Los peregrinos ya no podrán encarar durante el invierno (desde el 1 de noviembre y hasta el 31 de marzo), la considerada como etapa más dura de todo el Camino Francés, la que enlaza las localidades de Saint-Jean-Pied-de-Port y Roncesvalles a través de cumbres pirenaicas.
Los peregrinos deberán acceder a Navarra a través de una ruta alternativa que transcurre a menor altitud, a través de Valcarlos, primer enclave foral en la carretera nacional.
Ver etapa Saint-Jean-Pied-de-Port y Roncesvalles: variante por Valcarlos
El desfallecimiento, los frecuentes extravíos de caminantes, su «falta de información y preparación» y el riesgo al que en ocasiones -sobre todo durante la época invernal- se enfrentan los equipos de rescate, dada la «orografía y climatología de la zona y las graves dificultades de acceso, localización y evacuación», han llevado al Gobierno de Navarra a restringir el paso por esta vía, sin duda, la más difícil pero también el de mayor espectacularidad. Cubrirlo a pie es uno de los grandes reclamos del itinerario, también en invierno.
Desde el departamento de Interior del Gobierno de Navarra se incide, a través de una resolución dictada en el 2015, en que «un alto porcentaje» de peregrinos no tienen «una preparación física adecuada», un esfuerzo que se incrementa cuando hay nieve. El Gobierno foral también subraya cómo «se ha comprobado en muchas ocasiones» que los peregrinos no cuentan con el «equipamiento material» necesario.
De hecho, en los últimos años, han sido varios los dispositivos de búsqueda puestos en marcha en este tramo por la Agencia Navarra de Emergencias, sobre todo, en invierno. Caminantes de origen coreano, sin conocimiento del idioma ni de las características y de los posibles riesgos en las etapas montañosas de la ruta, fallecieron en esta travesía o tuvieron que ser rescatados en condiciones de elevada dificultad lo que, incluso, llevó en el 2013 al Gobierno foral a mantener una reunión con el cónsul de la República de Corea en España con el fin de coordinar actuaciones en relación con la seguridad de estos caminantes.
Críticas a la «irresponsabilidad y la frivolidad» de los peregrinos
La restricción de paso, aunque apoyada por entidades como la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Navarra, ha vuelto a levantar la voz de algunos defensores de la esencia de la ruta, como de la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago, que ponen el foco en la irresponsabilidad de ciertos peregrinos e insisten en que el Camino de Santiago ya se aproxima a un «parque temático, protegido, domesticado y definitivamente turistizado».
Algunos lamentan que debido a la falta de precaución de algunos caminantes se haya prohibido el paso por un itinerario que, a pesar de su exigencia, era uno de los grandes atractivos de este Camino Francés.
La ruta se eleva entre duras rampas y un continuado ascenso desde los 154 metros de altitud en los se ubica la localidad francesa de Saint-Jean-Pied-de-Port hasta los 1.432 del Puerto de Lepoeder -la cima más alta de la etapa-, una dureza a la que suman las adversas condiciones climatológicas. Una subida que, sin embargo, recompensa a los peregrinos con grandiosas vistas y parajes naturales de enorme encanto, una belleza de la que ahora solo se podrá disfrutar durante parte del año, desde el 1 de abril y hasta el 31 de octubre.