
El albergue de Markina ha sido de nuevo el más frecuentado tras una campaña marcada por la lluviosa primavera y un caluroso agosto
La ruta del norte del Camino de Santiago se ha consolidado como una de las más transitadas por los miles de peregrinos que cada año deciden acudir a Santiago de Compostela. En concreto, los cinco albergues públicos que se sitúan en el recorrido han registrado la visita de poco más de 23.900 peregrinos, lo que los sitúa en el techo de su actual capacidad.
«Estamos satisfechos porque nos hemos consolidado, pero es que prácticamente es el tope que podemos acoger, no tenemos capacidad para mucho más», señalaron portavoces de la asociación sin ánimo de lucro que se encarga de atenderlos y que forman la Agrupación de Hospitaleros voluntarios del Camino de Santiago. Los datos recogidos desde principios de mayo hasta finales de octubre colocan de nuevo a Markina como uno de los puntos de descanso más utilizados con más de 7.100 pernoctaciones, una cifra similar a la registrada el año pasado.
«Esta temporada se ha caracterizado por ser algo más floja al inicio, sobre todo en primavera, que ha estado marcada por ser más lluviosa que en otras ocasiones», añadieron. En verano y sobre todo en agosto, «a pesar del calor, los datos han vuelto a dispararse», indicaron. Tras el albergue de Lea Artibai, se sitúa el de Poveña que se ha quedado en 7.000, seguida por el de Bilbao con 3.550 y Larrabetzu con 2.750 pernoctaciones. Completa la lista, Lezama con 2.130 usuarios.
«Como media, se puede afirmar que se ha registrado una afluencia de cien peregrinos diarios que han llegado hasta los 150 en agosto», detallaron desde la asociación que recoge los donativos de los caminantes para destinarlos a proyectos de carácter social que en la comarca se encauzan a través de la Mancomunidad.
Alemanes
Aunque el perfil de las personas que deciden realizar este trayecto es similar al de ejercicios precedentes -varón de entre 51 y 60 años que cubre la ruta por distintas cuestiones-. Los hospitaleros que los atienden, sin embargo, han detectado una importante presencia de alemanes.
«Han sido los más numerosos con ventaja, seguidos por los franceses e italianos y luego el resto de nacionalidades», matizaron. Por lo que respecta a los españoles, procedían en su mayoría de Cataluña y Madrid, aunque también conforman un grupo numerosos los que vienen de otros puntos del País Vasco.
«Básicamente piden una cama y una ducha de agua caliente, aunque siempre hay alguien que reclama alguna cosa alejada del espíritu del peregrino», reconocieron.
Leído en El Correo