La creciente afluencia de peregrinos de paso por el barrio incorporado de Zamarramala, procedentes en su mayoría del Camino de Madrid, ha desbordado a los vecinos de este distrito segoviano. La Asociación Pinilla se ha visto obligada a habilitar las dependencias de la ermita de San Roque, situada a la entrada del núcleo urbano, para poder ofrecerles un lugar de cobijo a los caminantes ante las adversidades meteorológicas o el cansancio de la ruta. Recientemente, el Ayuntamiento de la capital señalizó las etapas del Camino de Santiago en su trazado madrileño a su paso por el entorno.
La solución de la ermita es un parche provisional, ya que la localidad está a la espera de contar con un nuevo albergue. La agrupación vecinal de Zamarramala recuerda que la iglesia, de planta cuadrada, carece de los servicios mínimos necesarios, por lo que la apertura de las puertas del templo a los peregrinos que cubren el recorrido jacobeo tiene simple y llanamente el objetivo de ofrecer un sitio donde el andariego pueda hallar el merecido descanso a su esfuerzo.
El colectivo vecinal Pinilla, creado ene enero del 2001 y que cuenta con alrededor de 300 socios, advierte de que la ermita de San Roque es sólo una solución temporal mientras se termina de construir el anhelado albergue del barrio incorporado segoviano. La finalización de la sobras, según comunican representantes de la Asociación Pinilla de Zamarramala, está prevista para finales de este año.
Los peregrinos que quieran reposar en la ermita deberán presentar la correspondiente acreditación.
Fuente: nortecastilla.es