
Compostela estuvo inundado de turistas y peregrinos durante este fin de semana. Bastaba con darse un paseo por el casco histórico para comprobarlo. Y es que han sido muchos los que han aprovechado este largo puente para calzarse las botas, coger la mochila y recorrer algún tramo del Camino de Santiago.
Lo saben bien en el albergue de Belvís donde desde hace veinte días están colgando el cartel de completos, ante la impotencia de los centenares peregrinos que llegan y se encuentran que no tienen un lugar en el qué dormir.
De hecho la situación de desbordamiento ha llegado hasta tal punto que el rector del Seminario Menor decidió el viernes abrir las puertas de su residencia estudiantil, vacía durante este puente, para acoger al centenar de peregrinos que nada más llegar a Compostela se encontraron con que en Belvís no había plazas.
Leído en El Correo Gallego