En Neda constatan el incremento de caminantes, aunque son cada vez más los que alargan la etapa hasta la villa eumesa
Las cifras evidencian el aumento del número de peregrinos que recorren el Camino Inglés. En 2014 partieron de Ferrol 7.200 y en 2018, 14.150, según los datos de la Oficina del Peregrino, del cabildo de la catedral de Santiago.
Pero el reparto de los caminantes es desigual. En la primera década de este siglo, con la inauguración, en 2002, del albergue de Neda, impulsado por el Xacobeo (Junta de Galicia), los caminantes que partían del muelle de Curuxeiras hacían noche en estas instalaciones. De lo contrario, tenían que continuar hasta el hospedaje de Miño, una etapa demasiado larga para la mayoría.
Con la entrada en funcionamiento del albergue de Pontedeume, en 2010, varió la planificación de muchos peregrinos. «De Ferrol a Neda son 15 kilómetros y de Ferrol a Pontedeume, cerca de 30», indica Adolfo Picos, responsable del albergue nedense. Por esta localidad pasan a diario decenas de personas con destino a Santiago de Compostela, que en lugar de pernoctar aquí prefieren realizar un esfuerzo adicional y alargar la primera etapa del Camiño Inglés hasta Pontedeume.
«En verano está lleno casi todos los días por la mañana.», señalan los técnicos de la oficina de turismo eumesa, que se encargan de la gestión del albergue, con 20 plazas en litera (y dos colchonetas para atender posibles necesidades). En lo que va de mes han derivado a numerosos caminantes a los alojamientos privados de la localidad. «Ya tenemos el listado de hostales y hoteles para informarlese. Hay gente que va directo y otros lo hacen porque aquí no nos quedan plazas. La mayoría siempre está buscando un buen lugar para quedarse.», apuntan desde el servicio turístico de Pontedeume. El Ayuntamiento proyecta la rehabilitación del antiguo hospital construido por el arzobispo Raxoi, en pleno Camino Inglés, para dar respuesta a la creciente demanda de quienes recorren este itinerario hasta Compostela.
El albergue de Neda, con 28 plazas, también se ha llenado varios días este verano. La diversidad es la marca que define las rutas jacobeas.
En el Camino Inglés conviven peregrinos de todo el territorio español con italianos, alemanes o británicos, pero también norteamericanos, venezolanos, rusos, lituanos, polacos, coreanos o indonesios.
La diversidad marca la ruta, con viajeros de toda Europa, Indonesia, USA o Corea.
Leído en La Voz de Galicia