Responsables de locales prevén un buen 2022, con clientela española y extranjera
El Camino del Norte y el Primitivo se preparan para un buen 2022. Responsables de albergues privados situados en ambas rutas jacobeas reconocen que tienen ya importantes reservas para próximos meses, y coinciden, con algunos matices, en que este año puede mostrar de nuevo la vitalidad de esos dos itinerarios jacobeos. Si en algún caso se introduce un matiz de prudencia, se debe a posibles impedimentos derivados de la pandemia y al aumento de casos de coronavirus.
En lo que sí coinciden los responsables de establecimientos privados es en reconocer el auge de los dos caminos y en destacar la presencia de peregrinos españoles y extranjeros. Que se haya ampliado a este 2022 la condición de Año Santo parece haber sido una decisión de consecuencias favorables para el sector.
Roberto López, que tiene en A Fonsagrada el albergue Casa Cuartel, no oculta su ilusión ante los próximos meses. «Espero que este año estemos en lo más alto», dice. Las esperanzas parecen fundadas, ya que lleva semanas recibiendo consultas y peticiones de reservas para próximos meses. Si se cumplen esas expectativas, por su negocio pasarán clientes españoles y extranjeros: por ejemplo, un grupo de Ucrania, formado por 22 personas, tiene intención de alojarse en su albergue en septiembre.
El 2021 no fue malo pese a las limitaciones que impuso el coronavirus: admite que el problema estuvo en la reducción de aforos, no en el número de personas en la ruta. López incluso afirma que en estas semanas, en pleno invierno, aún pasan algunos peregrinos.
José Muñiz —responsable de A Pociña de Muñiz, en Castroverde— confiesa ser optimista para los próximos meses, pues está recibiendo un buen número de reservas. «La gente quiere salir», manifiesta. Llaman clientes españoles pero también extranjeros: por ejemplo, ha tenido alguna petición procedente de Alemania y de Estados Unidos. Ese detalle, de todos modos, no le supone una novedad, ya que recuerda que en el 2018, año de apertura del negocio, hubo días en que todas las plazas estaban ocupadas por clientes extranjeros. Muñiz también admite que el 2021 «no fue un mal año, fue bastante bueno».
José Manuel Roca, que está al frente de A Nave de Ferreira (Palas de Rei), se muestra igualmente esperanzado: «soy muy optimista», dice. Sin olvidar que la evolución de la pandemia puede matizar esas palabras, explica que tiene reservas para próximos meses y que el 2021 tuvo meses de alta actividad, con importante presencia de peregrinos alemanes.
Si del Camino Primitivo se pasa al del Norte, las impresiones son muy parecidas. Paulino González, que hace años abrió en Vilalba el albergue Castelos, cree que el 2021 puede ser un buen año si las condiciones sanitarias no empeoran e imponen de nuevo restricciones a la movilidad: «Se puede mantener cierto optimismo», afirma.
En su negocio se están recibiendo ya consultas y reservas, realizadas por clientes de otras comunidades autónomas que prevén peregrinar en grupo. Por tanto, agrega, en los próximos meses puede mantenerse o mejorar la tendencia del 2021: «No fue muy malo», comenta González.
Helena Pais, que atiende en Guitiriz el albergue Witiricus, también confirma que está recibiendo reservas para Semana Santa y para el verano, realizadas por clientes de España pero también de otros países. Aunque cree que el pronóstico para los próximos meses es complicado porque pueden variar las circunstancias sanitarias, sí dice que el 2021 fue un buen año, hasta el punto de que las plazas disponibles en los albergues fueron en algún momento insuficientes.
Al aire libre
Javier Campo, que atiende en Friol el albergue A Lagoa, también está recibiendo reservas de clientes españoles y extranjeros —prácticamente al 50 %, explica— para próximos meses, y comenta que el 2021, sobre todo en verano, fue un año bueno. En cuanto a las razones por las que los peregrinos eligen estas rutas, los responsables de albergues afirman que tanto el Camino del Norte como el Primitivo están muy lejos de la masificación que se observa a veces en el Camino Francés. Por otro lado, recorrer el Camino de Santiago, al margen del itinerario elegido, permite estar en contacto con la naturaleza, lo cual, explican los albergueros, da un valor añadido en estos tiempos de pandemia.
La presencia de peregrinos se recuperó el año pasado tras la gran caída registrada en el 2020
El Camino Primitivo tuvo el año pasado 10.143 peregrinos, y el del Norte, 9.595, según datos facilitados por la Xunta. Esos números muestran una gran recuperación tras la fuerte caída del 2020, año en que las restricciones de la pandemia se notaron con más fuerza. En el 2020, por el Camino del Norte pasaron 3.804 peregrinos, mientras que el Primitivo fue recorrido por 3.399.
Las expectativas que expresan los responsables de albergues tienen, pues, una clara base si se observa la tendencia del año pasado: el número de peregrinos en el Camino del Norte superó claramente el doble de los del 2020, mientras que el crecimiento en el Primitivo estuvo muy cerca de triplicar las cifras. De todos modos, aún quedan lejos estadísticas como las del 2019: ese año el Camino del Norte tuvo 19.019 peregrinos, y el Primitivo, 15.715.
Por otro lado, ambas rutas se han convertido ya en fuente de ingresos y en un elemento presente en la vida cotidiana de muchos lugares. «Para un pueblo como Fonsagrada significa mucho», dice el alcalde, Carlos López. La presencia de peregrinos anima Abadín, admite el regidor, José María López Rancaño.
El Camino Primitivo y el del Norte, dos rutas que recuperan su animación
El Camino Primitivo y el del Norte están recuperando niveles de importancia que tenían antes de la pandemia. El porcentaje de peregrinos que pasan por las rutas que entran en Galicia procedentes de Asturias incluso es ahora, en un Año Santo, algo superior al del 2019, cuando el covid-19 todavía no había impuesto restricciones.
Según datos facilitados el pasado viernes por la Consejería de Presidencia, Justicia y Turismo, el Camino Primitivo representa en lo que va de año el 5,9% de los peregrinos que llegan a Santiago, mientras que el del Norte está en una línea casi idéntica (5,6%). Si se toma como referencia el 2019, año en que los desplazamientos no estaban restringidos ni condicionados por el coronavirus, las dos rutas incluso tienen actualmente un mayor porcentaje de peregrinos: el Primitivo representó hace dos años el 4,5% del total, y el del Norte, el 5,4%. Así se puede comprobar en la web de la oficina de atención al peregrino del Arzobispado de Santiago de Compostela.
Leído en La Voz de Galicia
Buenas, es la primera vez que voy a hacer el camino, he elegido el primitivo y mi intención es hacerlo solo, a principios de junio. He estado informándome y consultando en distintos sitios, hablando con gente que ya lo ha hecho para los preparativos, y la impresión que tenía es que salvo el camino francés y en pleno verano, no había problema en cuanto a encontrar alojamiento y que se podía a hacer sobre la marcha, y que de hecho la mayoría de albergues no suelen reservar con antelación, pero mi duda después de leer esta entrada es: ¿Es necesario o recomendable entonces reservar previamente todos los sitios donde vayamos a alojarnos o no? Y en caso de que si, cuanto tiempo antes sería lo prudente. Muchas gracias. Un saludo y buen camino para todos.
Buenos días,
Nosotros recomendamos siempre reservar albergue con antelación, en cualquiera de los caminos y en cualquier época, pues nunca se sabe el número de peregrinos que puede haber en el Camino en el momento de iniciarlo.
De esta forma se camina con la tranquilidad de tener plaza de albergue asegurada.
En cuanto a la antelación, pensamos que como mínimo un mes antes.
Un saludo.
Muchas gracias por su respuesta. Lo tendré en cuenta. Un saludo.