El centro de Puerto de Béjar, el primero que encuentran al llegar a la provincia, está ya en uso | Fuenterroble registra en lo que va de año 1.390 alojados
El final de las restricciones por la pandemia permitió la reapertura paulatina de los albergues de peregrinos, tanto públicos como privados, a lo largo de la Vía de la Plata en la provincia de Salamanca. Un hecho que, sumado también a la mayor facilidad para el desplazamiento desde el extranjero, el Camino de Santiago salmantino recupere una mayor vitalidad.
Así lo señala Isabel Venegas, que comenzó a ayudar de forma permanente durante la pandemia en el albergue de Fuenterroble de Salvatierra: “con los peregrinos estamos volviendo a la normalidad. Sí que es cierto que los meses de abril y de mayo, que son los más fuertes en la Vía de la Plata, había más peregrinos, pero han venido bastantes. Hemos recuperado bastantes peregrinos de los que se habían perdido y, sobre todo, extranjeros, aunque vienen muchos españoles también. Vienen muchas bicicletas y algunas no paran aquí porque hacen rutas más largas pero pasa muchísima gente en bici. El camino va recuperando la normalidad, poco a poco, pero recuperando”.
Las cifras así lo atestiguan y Fuenterroble, que se mantuvo en servicio en los peores momentos de la pandemia, ha alojado en lo que va de año (hasta el 3 de junio) a 1.390 peregrinos, mientras que en todo el año 2021 pasaron por allí 1.170 personas. Las cifras de 2020 son más bajas por el cierre de la movilidad que hubo a nivel internacional y sólo pasaron 415 personas (sólo en mayo de 2022 se han registrado 590 personas).
Las procedencias son también muy dispares y, a lo largo de estos meses, han llegado peregrinos de Italia, Francia, Alemania, Nueva Zelanda, Irlanda, Holanda, Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá, Austria, Suiza, Bélgica, Brasil e incluso Marruecos, Australia, Japón, China o Corea.
Entre las instalaciones públicas que han abierto sus puertas, y con notable acogida, se encuentra el albergue de peregrinos de Puerto de Béjar, que es el primero que se encuentran los caminantes al entrar en la provincia y que, al poco tiempo de abrir por vez primera, en verano de 2019, tuvo que cerrar por la pandemia.
Leído en La Gaceta de Salamanca
