Sor Ana, memoria viva del Camino de Santiago en León - Camino de Santiago

Sor Ana, memoria viva del Camino de Santiago en León

Hace 32 años abrió las puertas del Albergue de las Carbajalas para acoger peregrinos, «lo viví siempre en casa»

El teléfono de Sor Ana no deja de sonar. Diferentes personas extranjeras y españolas le llaman para conocer las condiciones del albergue que regenta junto al resto de hermanas Benedictinas Santa María Carbajal. Pero también recibe mensajes y mails de otros peregrinos que se han hospedado en el albergue situado en la popular Plaza del Grano y que le agradecen las atenciones recibidas.

Ella lo acepta con humildad destacando que la hospitalidad es una característica propia de la hermandad. «San Benito decía que se debía acoger con amor a los peregrinos», mientras recuerda que también es una peculiaridad propia de ella, cultivada desde la infancia en el seno de su familia.

Sor Ana es el Camino de Santiago en León. Fue hace 32 años cuando las Carbajalas comenzaron a abrir sus puertas para los peregrinos, unas puertas que solo se han cerrado por motivo de la pandemia. «No cerramos en invierno, no se puede dejar a la gente en la calle y menos en León», detalla.

Recuerda con ilusión, y un poco de rubor, cómo las hermanas decidieron dar hospedaje a todos los que circularan en el Camino de Santiago. «En ese momento en León no había nada para ellos y no les podíamos dejar así. Además, las hermanas ya habían realizado este trabajo en Carbajal por lo que la comunidad aceptó», manifiesta mientras recuerda que tal fue el éxito que en 1992, Año Jacobeo, llegaron a acoger a 72 peregrinos en un solo día.

«Yo estaba en portería y se acercaron unos chicos de León que querían hacer una asociación porque habían recorrido el Camino. Así nació la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en León, con quien seguimos teniendo muy buena relación», manifiesta.

En el caso de Sor Ana, la acogida es parte de su esencia puesto que ya sus padres, en su casa de Pinilla, acogían a todos aquellos que venían desde los pueblos a León. «Éramos ocho hermanos y estábamos encantados», aseguran.

En estas tres décadas de acogida, Sor Ana ha acogido a miles de peregrinos, algunos de los cuales se han vuelto después hospitaleros. «ES muy bonita la relación, dar y recibir. Después me escriben mails como una familia el otro día para agradecer el trato», relata.

Asegura que este año están teniendo muchos menos hospedados, tan solo medio centenar de personas al día para las 134 plazas de las que disponen. «Es raro, más siendo Año Jacobeo. Echamos de menos a los alemanes, franceses y coreanos», manifiesta y admite que el tipo de peregrino ahora suele ser más individual, con menos grupos.

Pero ella sigue imbatible, junto a las 12 hermanas con las que conforma la comunidad, dando alojamiento a todos los que quieran llegar a Santiago.

Leído en Leonoticias

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