El director de Turismo de Galicia, Xosé Merelles, se reunió ayer con la alcaldesa de Triacastela, Olga Iglesias, en las instalaciones del albergue de peregrinos A Casona, ubicado en la misma localidad. Este encuentro tuvo lugar con motivo de la finalización de diversas obras de mejora y mantenimiento que se han llevado a cabo tanto en el albergue de Triacastela como en el de Sarria.
Estos trabajos forman parte de las iniciativas anuales que el Gobierno autonómico implementa para asegurar la conservación y optimización de los servicios destinados a los peregrinos que recorren el Camino de Santiago, especialmente de cara a la temporada invernal.
En lo que respecta al albergue de Triacastela, las labores realizadas se centraron en la consolidación de su estructura, garantizando así su estabilidad y durabilidad a largo plazo. Además, se han acometido importantes modificaciones para adaptar el albergue a las nuevas normativas de seguridad sanitaria, vitales en tiempos recientes. Se mejoraron también las condiciones de confort para los peregrinos, con un enfoque particular en el aislamiento térmico, lo que asegura una estancia más cómoda, sobre todo durante los meses más fríos. Por último, se llevó a cabo la rehabilitación de la fachada, devolviéndole su apariencia y funcionalidad originales.
En el caso del albergue de Sarria, las intervenciones se han centrado en dos aspectos clave: la adaptación a las normativas sanitarias y la mejora de la accesibilidad. Esto permitirá que el albergue continúe ofreciendo un servicio seguro y cómodo para todos los peregrinos, independientemente de sus necesidades de movilidad, cumpliendo con los estándares actuales de accesibilidad universal.
Estos dos albergues son parte de los casi 70 que conforman la Red Pública de Albergues del Camino de Santiago en Galicia, de los cuales más de 20 están estratégicamente situados a lo largo del Camino Francés, una de las rutas más transitadas.
El albergue de Triacastela, que fue inaugurado en 1993, es propiedad de la Xunta de Galicia y se encuentra en la entrada de esta pintoresca villa. Dispone de aproximadamente 50 plazas distribuidas en 14 dormitorios, ofreciendo una capacidad suficiente para acoger a los numerosos peregrinos que pasan por la localidad.
Por su parte, el albergue de Sarria, inaugurado en 1997, cuenta con más de 40 plazas y ha sido desde su apertura un punto clave en el recorrido del Camino Francés. Sarria, situada a poco más de 100 kilómetros de Santiago de Compostela, es un lugar emblemático para los peregrinos, ya que desde aquí comienzan muchos de ellos su andadura final hacia la catedral compostelana, con el objetivo de obtener la “Compostela”, el certificado que acredita haber completado el Camino de Santiago.
La Junta de Galicia continúa invirtiendo en la conservación y mejora de estos albergues, reconociendo la importancia de ofrecer servicios de calidad a los miles de peregrinos que eligen el Camino de Santiago cada año. Estas mejoras no solo aseguran el cumplimiento de las normativas vigentes, sino que también refuerzan el compromiso de Galicia con el cuidado del patrimonio y el fomento del turismo sostenible y responsable.
Basado en una nota de prensa de la Junta de Galicia