A partir de León, los peregrinos que discurrieron el pasado año por el Camino Francés fue aumentando considerablemente y así se registraron cerca de 55.000 peregrinos en la capital leonesa que aumentaron hasta los 60.000 en la zona de la Maragatería y encontraron el número más alto en la Comunidad en la comarca del Bierzo, principalmente en torno a Ponferrada, que se disparó hasta los más de 75.000 peregrinos. Ello deja atrás otros puntos como Palencia, con 44.000 peregrinos que iniciaron en esta provincia el paso.
Estos datos se obtienen a través de un estudio pormenorizado de albergues para peregrinos y hostelería, en general. El estudio revela que se ha producido un incremento el número de albergues de manera importante en Castilla y León hasta conseguir que no existan problemas de alojamiento salvo en las semanas previas a la festividad de Santiago.
El estudio señala que una vez más que los peregrinos extranjeros siguen en aumento superando al número de españoles en una proporción de casi dos extranjeros por cada tres peregrinos.
Aunque el periodo preferido para realizar la Ruta Jacobea sigue siendo el verano, los peregrinos foráneos tienen preferencia por los meses de primavera y otoño hasta el punto de que en abril y octubre superan ampliamente a los españoles.
El 40% de los peregrinos que completan el Camino de Santiago inicia su andadura en Ponferrada, que se convierte así en la principal estación de salida de la ruta jacobea.
El dato confirma la importancia del Camino de Santiago para la capital de El Bierzo, en donde pasaron noche cerca de 30.000 peregrinos, según los datos del Albergue San Nicolás de Flüe de Ponferrada. Además, la Oficina del Peregrino de la capital berciana atendió a más de 5.000 peregrinos a lo largo del pasado año.
Además, en un concurso organizado por la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta, la localidad berciana de Molinaseca resultó elegida la más atractiva en el Camino para los peregrinos, por delante de Foncebadón o la localidad palentina de Frómista.
Perfil del peregrino
El perfil tradicional de los peregrinos que atraviesan Castilla y León es el de un hombre (el 54 por ciento), mientras que las mujeres suman el 46 por ciento.
La horquilla de edad tiene su punto más alto entre las personas de 30 y 60 años con un 51,5 por ciento, mientras los jóvenes de menos de 30 años llegan al 30,6 por ciento. En claro avance están los jubilados o cerca de la jubilación que llegan al 17,9 por ciento.
El número mayor de peregrinos se decanta por la opción de haber hecho el Camino por aspectos religiosos y culturales, el 54,4 por ciento. Lo únicamente religioso registró un porcentaje del 38,2 por ciento, mientras que el exclusivamente cultural llegó casi al 20 por ciento.
Dentro de las formas tradicionales de hacer el Camino, principalmente lo hicieron a pie con un 90 por ciento, seguido del 9,6 por ciento en bicicleta, mientras que un 0,3 por ciento lo hicieron a caballo o en silla de ruedas, que son las fórmulas que la Catedral de Santiago acepta para entregar la Compostela.
Mejoras en el Camino
Según el director del Centro de Estudios y Documentación del Camino de Santiago, Ángel Luis Barreda, el Camino está siendo sometido a diversas modificaciones y aunque no son especialmente radicales sí se dejan sentir en varios aspectos como el aumento y mejora de los albergues con la aparición de empresas privadas, una mayor utilización de la hostelería tradicional y aumento en establecimientos de calidad.
No obstante, apunta que no se han solucionado todavía aspectos como la limpieza del Camino aunque reconoce el notable el esfuerzo de las campañas realizadas principalmente por las Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago.
Barreda critica las pugnas creadas sobre todo en el interior de las poblaciones por las que pasa la Ruta por intereses comerciales que está dando lugar a conflictos entre los hosteleros. “Se hace necesario que exista legislación los suficientemente clara para que los abusos a los peregrinos en temas de precios y servicios disminuya, ya que aunque éstos no son excesivo, sí son preocupantes para la imagen que el Camino ha tenido tradicionalmente”, apuntó.
El director del Centro de Estudios y Documentación del Camino de Santiago consideró necesario que los albergues estén dados de alta oficialmente en los registros que las distintas comunidades autónomas han habilitado para ello, no tanto para un control económico como para los controles necesarios de tipo sanitario, sino también para temas que pudieran a veces generar peligro como el aforo máximo de las instalaciones.
Barreda apostó por seguir mejorando y perfeccionando algunos aspectos para evitar que el Camino se vea deteriorado y que los pueblos “puedan morir de éxito cuando no matar la gallina de los huevos de oro en lo que para no pocos pueblos medianos y pequeños se ha convertido este ‘producto’ de una enorme importancia religiosa y cultural, pero también básica para su desarrollo”.
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