El director de San Nicolás de Flüe asegura que el interés por el Camino crece, pero se está muy lejos de recuperar los 20.000 peregrinos de un año normal
Apenas 350 peregrinos han pasado por el albergue San Nicolás de Flüe de Ponferrada desde que comenzó este 2022.
La cifra está muy lejos de aproximarse a las que se registraban antes de la pandemia y eso que las medidas sanitarias se han flexibilizado de manera que las instalaciones han permanecido abiertas desde mayo 2021.
La falta de apertura en los primeros 5 meses del año pasado hizo que la afluencia de peregrinos se quedase en apenas 8.400, muy lejos de los 20.000 alcanzados en 2019. De hecho, el director del albergue, Miguel Ángel Pérez cree que la prórroga del Año Santo Jacobeo y el interés creciente por el Camino de Santiago no serán atractivos suficientes para que este 2022 recupere las cifras habituales de peregrinos.
La guerra en Ucrania y la escalada de precios, asegura Pérez, son dos cuestiones globales que van a reducir la llegada de peregrinos, especialmente, asegura de quienes están vinculados a ese territorio como los centroeuropeos, alemanes y polacos principalmente, muy volcados en el Camino de Santiago, pero también afectados por la llegada masiva de refugiados.
De hecho, el director del albergue reconoce un cambio en el perfil del peregrino que se aloja en las instalaciones. La mayor parte busca, en solitario, un objetivo terapéutico en el camino más que el turismo o el ocio como era habitual.
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