
Monesterio, el primer municipio de Extremadura para los peregrinos que recorren la Vía de la Plata, registró un total de 7.965 peregrinos en 2023. Este flujo de visitantes, de acuerdo con los datos compartidos por la Oficina de Turismo de Monesterio y registrados en la Oficina del Peregrino de la Catedral de Santiago de Compostela, muestra el notable atractivo de esta ruta en auge. Además, hasta el 24 de septiembre de 2024, ya se han contabilizado 7.591 peregrinos, lo que representa un aumento del 19% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Perfil de los peregrinos: nacionales y extranjeros
El 30% de los peregrinos que decidieron hacer una parada en Monesterio en 2023 eran extranjeros, mientras que el 70% eran de nacionalidad española. Estos datos reflejan el interés internacional creciente en el Camino de Santiago a través de la Vía de la Plata, especialmente en rutas menos transitadas que, sin embargo, ofrecen una experiencia más tranquila y auténtica. Además, aunque en 2022 Monesterio registró un 25% menos de peregrinos, los datos de este año sugieren una tendencia positiva en la afluencia de caminantes y ciclistas.
Enrique Isla, responsable de la Oficina de Turismo de Monesterio, afirma que las cifras actuales “podrían ser considerablemente mayores si incluimos a los peregrinos que, aunque hacen paradas en Monesterio, no completan el recorrido hasta Santiago de Compostela“. Esta observación apunta al hecho de que muchos peregrinos realizan tramos individuales, disfrutando de la ruta sin necesariamente tener como objetivo final la tumba del Apóstol Santiago.
Opciones de alojamiento en Monesterio
El alojamiento en Monesterio es variado, adaptándose a las necesidades de los peregrinos. Existen dos albergues, uno parroquial y otro municipal.
1. Albergue Parroquial: Exclusivo para peregrinos del Camino de Santiago, este albergue ofrece un total de 12 plazas en tres habitaciones compartidas de cuatro camas cada una. La tarifa por noche es de 10€.
2. Albergue Municipal ‘Las Moreras’: Con una capacidad mayor, el albergue municipal dispone de 48 plazas, organizadas en dos grandes habitaciones comunes con literas para ocho personas cada una, así como en ocho habitaciones dobles, cada una con una litera. Los precios varían entre 10,50€ y 12,50€ por noche, dependiendo de si se elige una habitación grupal (para entre 14 y 16 personas) o una habitación doble (para entre 1 y 4 personas).
Además de estas opciones, Monesterio cuenta con una amplia oferta de servicios gracias a su ubicación estratégica y al desarrollo de la industria turística privada. Los hostales y hoteles del municipio ofrecen cerca de 400 camas, adaptadas para turistas y peregrinos que buscan más comodidad durante su estancia.
Servicios para el “bicigrino”
Monesterio también se ha convertido en un lugar de referencia para los “bicigrinos”, aquellos peregrinos que recorren la ruta en bicicleta. En este contexto, la empresa local Ankay Bike, dirigida por Antonio Calderón Iglesias, ofrece asistencia técnica, reparación y servicio de grúa para bicicletas.
Según Calderón, cada año aproximadamente 500 peregrinos ciclistas recurren a sus servicios para solucionar averías o comprar piezas de repuesto. Este servicio representa un valor añadido para los bicigrinos que optan por la Vía de la Plata, un camino que suele presentar desafíos mecánicos debido a sus características geográficas.
La “Compostela” y el Sello de la Catedral
El recuento de peregrinos que ofrecen instituciones como la Oficina de Acogida al Peregrino de Santiago de Compostela incluye aquellos que llegan caminando, en bicicleta o a caballo hasta la tumba del Apóstol Santiago, y es en esta oficina donde se coloca el sello final de la Catedral en las credenciales.
Además, es aquí donde los peregrinos reciben la “Compostela”, el certificado oficial de su peregrinación, un reconocimiento que simboliza el logro personal de completar el Camino de Santiago.
Monesterio, con su infraestructura de hospedaje, su creciente flujo de peregrinos y sus servicios adaptados, se posiciona como un destino esencial en la Vía de la Plata. La localidad no solo ofrece un punto de descanso, sino que también se convierte en un espacio de apoyo y bienvenida para todos aquellos que buscan experimentar el Camino en su versión más auténtica y menos concurrida.
Basado en La Crónica de Badajoz / Rafael Molina