En 2018 se registraron 3.618 pernoctaciones, un 2,4% más que en el año anterior, siendo la inmensa mayoría viajeros procedentes de Europa
El albergue de peregrinos de Ribadesella se ha convertido en una auténtica Torre de Babel en la que, a lo largo del año pasado, se han entremezclado multitud de lenguas. El número total de peregrinos que en 2018 hicieron uso de las instalaciones municipales ubicadas en las antiguas escuelas de San Esteban de Leces fueron 2.339, y acumularon un total de 3.618 pernoctaciones. El incremento continúa, aunque si se compara con los datos del año anterior ha sido moderado, del 2,40%.
Lo verdaderamente significativo ha sido la infinidad de nacionalidades que han quedado reflejadas en el libro de registro del albergue. Los caminantes que se alojaron en sus habitaciones procedían de 64 países diferentes, representando a los cinco continentes: Europa, con 34 países; América, con catorce; Asia, con doce, y Africa y Oceanía, con dos cada uno.
Los más numerosos siguen siendo los españoles, con 826 peregrinos que acumularon 1.230 pernoctaciones. Entre estos destacaron madrileños (152), vascos (135) y catalanes (112), seguidos de valencianos (86), andaluces (75), gallegos (57), castellano-manchegos (37), castellano-leoneses (33), aragoneses (32), navarros (21) y riojanos (19). El Principado de Asturias, con solo 16 peregrinos aportados, fue el siguiente de la lista, ocupando la decimosegunda posición.
No obstante, la peregrinación internacional sigue superando, casi duplicando, a la nacional. El número de caminantes extranjeros que se alojaron en el albergue de Ribadesella alcanzó los 1.513, acumulando 2.388 pernoctaciones. En este caso son los alemanes quienes ocupan el primer puesto de la tabla, con 360 peregrinos; seguidos muy de cerca por franceses (317) e italianos (109). El cuarto lugar es para Estados Unidos, con 88 viajeros, por delante del Reino Unido, con 69.
En la larga lista de nacionalidades también aparecen, con una sola pernoctación, peregrinos uzbekos, indonesios, hindúes, cubanos y chipriotas. Con dos, argelinos, bielorusos, bolivianos, noruegos, paraguayos, serbios, turcos y venezolanos. Y con tres, croatas, filipinos, griegos, hongkoneses, luxemburgueses, peruanos y singapurenses.
Con un total de 38 camas, el albergue de peregrinos de Ribadesella alcanzó una ocupación media anual del 26% durante 2018, una proporción que aumento hasta el 74,40% durante los meses de verano. El mes de mayor ocupación fue el de agosto, con 1001 pernoctaciones; seguido de julio, con 759; septiembre, con 508, y junio, con 424.
El año pasado, el albergue estuvo cerrado durante los meses de enero y febrero, además de siete días de marzo, mientras se solucionaba el problema surgido con su gestión tras la jubilación de su anterior encargada. Durante ese proceso de transición estuvo gestionado por la Asociación de Peregrinos de los Caminos del Norte Ribadesella-Caravia (Apecan), con la ayuda de hospitaleros voluntarios aportados por la Federación Española de Asociaciones del Camino de Santiago. En el mes de julio se adjudicó a Yolanda Seral Barea, quien piensa mantenerlo abierto del 1 de febrero al 30 de diciembre con servicio gratuito de lavandería y un coste de seis euros por el alojamiento.
Leído en El Comercio