La instalación municipal llevaba dos años cerrada y se ha sometido a una reforma. «Es un lugar excepcional», dicen los nuevos gestores
El albergue de peregrinos de La Isla, en Colunga, encara una nueva etapa en mitad de una «situación incierta», pero con toda la «ilusión» de sus nuevos responsables. El matrimonio formado por Santiago Navarro y Nuria Rojas se ha hecho con la gestión del inmueble municipal, adjudicada por primera vez mediante concurso público.
Ayer mismo, la instalación abría sus puertas tras dos años de cierre, una reforma y complicaciones administrativas y judiciales de por medio. La particular que se venía haciendo cargo del albergue denunció al Ayuntamiento, inmerso ahora en el proceso judicial, explica la alcaldesa, Sandra Cuesta. En este tiempo, el Consistorio ha invertido más de 90.000 euros en la rehabilitación del edificio, en el que se ha cambiado el tejado, renovado cocina y menaje, pintado exterior e interiores y arreglado desperfectos.
Fueron precisamente los problemas de filtraciones y las deficiencias en la cubierta las que motivaron el cierre del albergue en 2018, dado el «riesgo» existente.
El resultado de la intervención es «óptimo» para los nuevos responsables, que destacan además cómo La Isla, con el Sueve a un lado y el Cantábrico del otro, es «un lugar excepcional que lo reúne todo». El matrimonio toledano, en Asturias desde hace 32 años y asentado en Villaviciosa desde hace uno, cuenta con una década de trayectoria en el sector y experiencia en alojamientos de peregrinos. «Es un campo que nos gusta. Hice el Camino cuatro veces, en muchas para detectar las necesidades», explica Navarro.
Por ello considera que abrir en plena pandemia puede ser una oportunidad para tomar el pulso del nuevo negocio a otro ritmo: «Este año es para coger la dinámica, para mejorar. Queremos ser un sitio para descansar, no solo para parar y ducharse».
Dada la situación sanitaria, han aplicado «todos los protocolos que marcan las autoridades», desde reducir el aforo de las 22 plazas habituales a 14 o habilitar zonas para depositar el calzado en el exterior. También cuentan con geles hidroalcohólicos en toda la instalación e incorporarán colchones sanitarios. «Estamos cien por cien implicados en el tema higiénico sanitario. Vamos a ser muy estrictos en este sentido», avisa.
Cambio de señales
Por el momento, el albergue comienza a recibir consultas de peregrinos, en un «99,9% nacionales». «Reservas tenemos de cara a agosto», explica.
La renovación y adjudicación del albergue de peregrinos viene acompañada en Colunga de una apuesta por el Camino de Santiago del Norte que se materializa en la instalación de señalizaciones. El proyecto pasa por retirar las indicaciones erróneas y no homologadas y sustituirlas por otras 45 que cumplan con todos los requisitos exigidos por el Consejo Jacobeo. Además, incluirán códigos específicos para las personas invidentes. «Es una labor de agradecer al Ayuntamiento», indican los responsables del albergue.
Por su parte, la alcaldesa recuerda que la meta es que el concejo llegue preparado al Jacobeo 2021.
Leído en El Comercio