Hay peregrinaciones y peregrinaciones. Como la de Miguel García, pocas o ninguna.
Ayer culminó en el Obradoiro su recorrido por el Camino de Santiago empujando una carretilla cargada con productos alaveses: chacolí, embutidos, paté, sal…, una amplia variedad de manjares y vinos de su tierra con los que ofrecía degustaciones para promocionarlos, o incluso hacía intercambios, como en la pulpería Ezequiel, de Melide, porque ¿cómo se iba a volver a Murguía sin probar un buen pulpo?
Miguel, «el tío de la carretilla», como se hace llamar, completó el Camino en cuatro partes: comenzó en el 2018 y terminó ayer, tras salir el día 1 desde Sarria.
Asegura que la acogida ha sido «fabulosa» y ya piensa en repetir.
Leído en La Voz de Galicia