Las restricciones sanitarias complican que el hospedaje pueda atender toda su demanda
Aún golpeado por la crisis provocada por el coronavirus, el albergue de peregrinos Virxe Peregrina de Pontevedra no logra satisfacer toda su demanda.
La cuestión es que, por las medidas sanitarias, este hospedaje solo puede ofrecer el 30% de sus camas: en circunstancias normales serían 92, pero actualmente solo pueden dormir en sus habitaciones 28 peregrinos cada noche. “Tenemos completo todos los días, con 28 camas no damos abasto”, lamenta Tino Lores, presidente de la Asociación Amigos del Camino Portugués a Santiago, entidad que gestiona el albergue pontevedrés de Otero Pedrayo.
“Empezamos este año con el sistema de reservas, pero luego la Xunta dijo que no se iba a seguir con él”
Relata Lores que antes de que abra el propio establecimiento ya hay colas de varias decenas de personas e, incluso, algunas de ellas esperan ya desde primeras horas de la mañana. “Los peregrinos vienen corriendo, sobre todo los jóvenes”, explica, lo que desencadena una situación de “discriminación por edad”. De esta manera, los peregrinos, sabedores del reducido aforo y las escasas posibilidades para conseguir una cama en la que descansar después de tantos kilómetros, apuran su ritmo para llegar los primeros al albergue.
Perfil
Por ello, el perfil de los clientes “es joven porque son los primeros que llegan“, mientras que los peregrinos de más edad van más despacio: “la gente mayor también tiene derecho a llegar al albergue”, sentencia.
Por otra parte, lo bonito de hacer el Camino es vivirlo: “hacer fotos, comer bien, hablar con la gente” es lo mejor de esta ruta de peregrinaje, y si se está pendiente del reloj es imposible hacerlo. Por todo esto “esperamos que se amplíe el aforo”, solicita el presidente de la Asociación, pero recalca que “no es por motivos económicos, sino por atender” como es debido a los peregrinos que, ante la falta de un techo, muchos “duermen en la calle”.
“Muchos peregrinos hacen noche en la calle porque no tienen donde dormir. Esto mismo está pasando en todos los lados”
Este año la Junta de Galicia estrenó un sistema de reservas en albergue, pero, finalmente, se retiró. Para Lores fue algo inexplicable, porque así se “evitan este tipo de problemas”, como que los peregrinos apuren y se peleen por las pocas camas que hay.
Con todo, declara Tino Lores que esta situación no está presente solamente en la ciudad de Pontevedra, ni tan siquiera en el Camino Portugués, sino que la gran afluencia de peregrinos también esta saturando el Camino Francés.
Vuelve a haber movimiento
“En lo que va de año hemos empezado con muy pocos peregrinos”, relata el presidente de la Asociación Amigos del Camino Portugués a Santiago. Incluso entrado ya julio, se respiraba cierta preocupación en el ambiente del albergue, pues no había afluencia ni para ocupar “diez camas”. Ahora, la situación se vuelve a normalizar.
En cuanto al perfil de los peregrinos, siguen siendo la mayoría españoles, pero “se ha recuperado el internacional” . Así, explica Lores que han vuelto a llegar franceses, italianos e incluso algún lituano. Claro, la gran mayoría de extranjeros siguen siendo los portugueses.
22 años
El albergue Virxe Peregrina cumplió este miércoles 22 años abiertos. “Lo celebramos”, dice Lores, y recuerda con qué entusiasmo recibieron a su primer peregrino en aquel agosto de 1999. Relata que la sensación fue igual a la que experimentaron cuando llegó el primero después de la pandemia. “Estamos muy contentos e ilusionados”, exclama.
Leído en Diario de Pontevedra