La Semana Santa resucita el Camino Portugués - Camino de Santiago

La Semana Santa resucita el Camino Portugués

Peregrinos a su llegada al albergue Virgen Peregrina de Pontevedra :: Albergues del Camino de Santiago
Peregrinos a su llegada al albergue Virgen Peregrina de Pontevedra

Los albergues de la ruta jacobea en Pontevedra auguran un lleno total para los días festivos y esperan que la primera Pascua que pueden abrir en dos años suponga un punto de inflexión para el sector

Punto y aparte. Con el fin de las restricciones en la hostelería, la retirada de las mascarillas en el horizonte y los buenos datos sanitarios que arroja la fase actual de la pandemia todo hacer prever que la Semana Santa será un punto de inflexión para el turismo en general y de manera especial para el Camino de Santiago que vive su segunda oportunidad en este Año Jacobeo. Y es que es la primera Pascua en dos años que los albergues podrán abrir sus puertas a la llegada de peregrinos.

Así, las primeras reservas se realizaban hace algunas semanas. Estos días se han registrado las cifras más elevadas de peregrinos, procedentes de distintos puntos del territorio nacional, pero también de otros países europeos. Las perspectivas son buenas, claro que, apunta el presidente de la Asociación de Amigos del Camino Portugués, “cuando partes de unos datos malos todo lo que venga es bueno”. Tino Lores confirmó este viernes que el albergue Virgen Peregrina empieza a recibir grupos de todo el mundo. Por ahora, el porcentaje de ocupación es del 21% (20 plazas de las 92 que ofertan) pero confían en colgar el cartel de completo la semana que viene.

“Esta semana esperamos que empiecen a venir sobre todo portugueses, después volverá a bajar el número de peregrinos, pero manteniéndose en una línea positiva”, añadió. El presidente de Amigos del Camino recordó que por Pontevedra pasaron en 2019 un total de 96.000 caminantes, a los que habría que sumar el 20% más que, calcula la Junta, no tramitan la Compostela. “Antes de la pandemia hacíamos la previsión de que iban a ser 120.000 los peregrinos que llegarían en Año Santo, ahora nos parecería una buena cifra acabar el año con 80.000”, manifestó Tino Lores.

Aunque optimista, el presidente de los Amigos del Camino se muestra prudente. “No echamos las campanas al vuelo. Estamos viendo que empieza a venir gente, nos falta la parte americana, a ver si se animan ahora”, manifestó.

Albergues privados

Y si los alojamientos oficiales prevén un cien por cien de ocupación, los albergues privados que crecen a orillas del Camino no se quedan atrás. Algunos de ellos, empresas creadas al abrigo del Año Santo y que han sobrevivido a los dos años de pandemia. Es el caso del albergue O Mesón, en Ponte Sampaio, su propietario, Tomás García, señalaba el viernes que ya cuentan con el 70% reservado aunque confían en llenar.

Candela Garrido, propietaria de Acolá Hostel, albergue creado en Pontevedra en 2018 y al que la crisis sanitaria pilló haciendo obras de ampliación, también cuenta con llegar al 100% de ocupación. “De hecho, ya podríamos tener todo reservado, pero preferimos guardar algunas para el día”, señaló.

También Susana Lorenzo, propietaria del Albergue Vintecatro, en Tivo (Caldas de Reis), espera la Semana Santa completa. “Será un ensayo de lo que vendrá en verano”, dice tras confesar que los dos últimos años fueron difíciles. “Yo cogí el albergue en 2020, lo reformamos, invertimos un dinero y luego llegó la pandemia. Ha sido duro porque teníamos que pagar el alquiler y las ayudas son pocas”. Ahora confía en que el año sea “buenísimo”. Desde que abrió sus puertas en marzo han pasado por el centro de Caldas de Reis peregrinos españoles, portugueses, lituanos, alemanes y belgas, cuenta su propietaria.

Herencia del Covid

Aunque todo apunta a que la pandemia queda atrás, sí ha dejado algunas herencias en las rutinas de los peregrinos. En primer lugar, se detecta una predilección por los espacios más amplios, motivo por el cual en el albergue Virgen Peregrina se han separado más las literas y eliminado un par de ellas. “Nos ha quedado el gel hidroalcohólico y se nota que hay menos abrazos”, explica Tino Lores.

Las primeras habitaciones que se agotan son las privadas, tras la pandemia todavía hay gente reacia a compartir espacios”, indica por su parte la gerente de Acolá Hostel. Coincide con ella la propietaria del albergue Vintecatro, que asegura que la mayor parte de los visitantes ya ha desterrado la mascarilla.

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