El denominado Planetario Antoniano, que abrirá sus puertas este mes, contará con herramientas de visión avanzada desde una plataforma apoyada sobre una antigua base de columna de las ruinas
El albergue del Convento de San Antón, junto a la localidad burgalesa de Castrojeriz, estrenará a mediados de este mes un observatorio astronómico con el que se persigue incentivar a los peregrinos para que atraviesen las viejas tierras de Castilla y hagan parada en un espacio considerado como único y simbólico.
El denominado Planetario Antoniano contará con herramientas de visión avanzada desde una plataforma apoyada sobre una antigua base de columna de las ruinas.
Se trata de un «sueño hecho realidad», como señala el responsable del albergue, Ovidio Campo, que ahora ve la luz gracias al patrocinio del empresario vasco José Galindez, un enamorado del Camino de Santiago, y a la gerente del Hotel Quinta San Francisco de Castrojeriz, María Burgos.
Se pretende así aportar un atractivo más a Castrojeriz y a la ruta jacobea a su paso por la meseta castellana. «De todos es sabido que desde hace ya varios años hay cada vez más caminantes que se saltan la meseta, cogiendo un autobús en Burgos hasta León: un auténtico disparate», recuerda Campo, quien añade que aparte del «extraordinario» patrimonio, historia, gastronomía, tradiciones y leyendas, entre otros, que hay en Castilla y León, se pretende animar a los peregrinos a «disfrutar de las noches castellanas, únicas en todo el Camino Francés, y en concreto en San Antón, en el albergue para peregrinos «con más estrellas de la ruta».
Telescopio
El Planetario Antoniano, en el interior del monasterio de San Antón, aprovecha una antigua base de columna para construir una plataforma elevada y observar el cielo nocturno. Para ello, la plataforma estará dotada de una escalera de acceso y un vallado perimetral. En su interior podrán estar varias personas que podrán realizar tanto observación a simple vista como a través de prismáticos (dos unidades) con sus correspondientes trípodes de apoyo, así como de un telescopio de mediana apertura.
Se dispondrá también de un puntero láser verde para marcar los objetos celestes, así como de dos planisferios para que el observador pueda orientarse cualquier día del año y encontrar las estrellas y constelaciones. También se dispondrá de seis camillas de exterior para poder dormir a la intemperie y poder disfrutar de la Vía Lactea.
