A Rúa y Vilamartín abrirán dos en los próximos días, que se sumarán al que existe en O Barco
La principal carencia del Camino de Invierno en el tramo de Valdeorras entra en vía de solución. De ofrecer un único albergue a los peregrinos pasará, en cuestión de días, a abrirles las puertas de tres, en O Barco, A Rúa y Vilamartín, que suman 86 plazas. En estos momentos, los viajeros solo tienen a su alcance el barquense, pero pronto se le sumarán los otros dos.
El último en incorporarse a la oferta es el albergue rues. Ayer, el alcalde, Luis Fernández Gudiña, recogió 13 literas, 26 plazas, de las dependencias de la S. A. Xacobeo, en Santiago de Compostela. “Es material que no usaron”, explicó el regidor.
La apertura del albergue construido hace meses en las antiguas casas de los profesores del colegio público de A Rúa únicamente depende de la dotación de mobiliario. Los posibles usuarios no tendrán que esperar mucho. Tras la consecución de las literas, únicamente resta dotarlo con algunos equipos, como una nevera, un calentador o un microondas. “Abrirá pronto. Más de un mes no debería llevar”, explicó el alcalde, Luis Fernández.
En Vilamartín, también es cuestión de días que el albergue de O Bañadoiro esté a disposición de los peregrinos. Después de las obras que permitieron adaptarlo a las exigencias de Turismo Galicia y que supusieron una inversión de 60.000 euros, en el Ayuntamiento están a la espera de finalizar los últimos trámites burocráticos. “El albergue está listo para abrir. Falta el permiso de Turismo”, explicó el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, quien confía en que el papeleo esté resuelto la semana próxima y poder ofrecer esas 44 plazas.
La oferta de tres albergues no está nada mal para una comarca que en estos momentos solo puede ofrecer uno, el de O Barco, muy a desmano de la ruta que siguen los peregrinos del Camino de Invierno. De 16 plazas y ubicado en Xagoaza, los usuarios deben salirse de la ruta y recorrer dos kilómetros de mucha pendiente para acceder a él. Después de un día caminando, el paseo final se vuelve excesivamente pesado para la mayoría y opta por parar en hoteles o pensiones. La concejala de Promoción Económica, Turismo, Comercio e Consumo, Irene Dacal Feijoo, insistió en su invitación a los emprendedores a abrir un albergue. “Sería lo ideal”, dijo.
La futura apertura de los albergues de A Rúa y Vilamartín, que se sumarán al que ya está siendo utilizado en O Barco, dejará prácticamente cubierta la demanda de los peregrinos que recorren el Camino de Invierno. Así lo estimó la presidenta de la Asociación de Amigos do Camiño de Santiago por Vadeorras, Asunción Arias Arias. “Con estos movimientos de los municipios, nuestra zona se cubre de albergues”, dijo. La portavoz del colectivo que defiende la ruta de peregrinación que discurre por el Bierzo, Lemos y Lalín, añadió un matiz: “No quita que los individuos puedan abrir a otros”, dijo.
La comarca de Valdeorras quedará cubierta en la oferta de plazas de albergue. No sucede lo mismo con los demás tramos del Camino de Invierno. Asunción Arias echa en falta la existencia de alguno en el tramo que discurre a través de la Ribeira Sacra e incluso en Monforte, una localidad importante que carece de este servicio.
En la comarca del Bierzo, la reciente apertura de un establecimiento por el Ayuntamiento de Priaranza resuelve en parte el problema, pues se sumó al que ofrece Borrenes. Sin embargo, no estaría de más que los viajeros pudiesen optar a alojarse en algún otro. “Se trata de dar un mínimo de acogida al peregrino, pero manteniendo siempre la esencia del Camino”, dijo Asunción Arias.
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