El Camino Inglés sigue en racha y este año batirá de nuevo todos sus récords. Hasta el mes de septiembre habían salido de Ferrol en dirección a Santiago de Compostela 13.437 personas, con lo que ya quedaban superadas las 13.335 que la Oficina de Acogida al Peregrino, dependiente de la Catedral, contabilizó en todo el año 2018.
Sumando octubre, se ha llegado a la cifra de 14.656 caminantes que eligen la ciudad naval como lugar para iniciar su ruta.
Ferrol ha ido escalando posiciones a lo largo de los años, hasta convertirse en el quinto punto de partida preferido. En este 2019, en el mes de agosto, incluso ascendió una posición, quedando solo por delante Sarria, Tui y Saint Jean Pied de Port.
Las cifras ofrecen resultados espectaculares si se comparan con los que se registraban hace unos años. En 2004, Año Santo, la ciudad naval ocupaba el lugar decimosexto, y se contaban 1.871 peregrinos. En 2005, ya sin festejos, fueron 507. En cambio, en 2019, y sin que medie ninguna fecha especial que dispare la afluencia, se superó el millar de caminantes en abril (1.390), mayo (1.702), junio (1.839), julio (2.455), agosto (3.554), septiembre (1.949) y octubre (1.219).
Es un incremento que se corresponde con el tirón cada vez mayor que tienen todas las rutas a Santiago, pero no se explica solo por eso. En 2010, que también fue Año Santo, hicieron el Camino Inglés desde Ferrol 5.102 personas. Fueron el 1,87% del total de peregrinos que llegaron a Santiago y pasaron por las oficinas de la Catedral a recoger sus credenciales. En 2018, este porcentaje había subido al 4,07% del total y, en 2019, se llegó al 5,66% en el exitoso mes de agosto.
Trabajo incansable
Otro dato que se extrae del estudio de las estadísticas está relacionado con el aplastante peso de Ferrol como punto de inicio del Camino Inglés. La llegada de peregrinos a Santiago desde La Coruña es testimonial. En 2018 fueron 270 personas las que empezaron la ruta desde la ciudad herculina, frente a las 13.335 de Ferrol. Es una tendencia que se mantiene también este año, puesto que el Camino Inglés contabiliza un total de 15.327 peregrinos, y el 96% salen desde Curuxeiras. La ciudad naval cumple con los más de 100 kilómetros que se exigen para obtener la credencial, mientras que para obtenerla desde La Coruña se tienen que dar circunstancias especiales.
La repercusión del Camino Inglés dentro de las rutas jacobeas, hasta ser la quinta más concurrida (las primeras son los caminos Francés, Portugués, del Norte y Primitivo) no es casualidad. Responde a un trabajo de años en el que se implicaron los municipios por los que pasaba.
Neda inauguró su albergue de peregrinos en 2002 y fue la punta de lanza de la reivindicación de esta ruta como una opción para realizar en pocos días (son cinco etapas) y de baja dificultad. Desde este municipio se impulsó la creación del Consorcio del Camino Inglés inmediatamente después, y ya para el Año Santo de 2004 reclamaban mejoras en la señalización y en el trazado y más albergues de peregrinos. El de Pontedeume se inauguró en 2010. Los municipios tuvieron que buscar otra fórmula legal, por cambios legislativos, para agruparse, y ahora son una asociación con los mismos fines: promocionar esta ruta y mejorarla.
Ferrol abría en julio de 2016 su primera oficina de atención al peregrino, en Curuxeiras. La ciudad busca ahora una ubicación para un albergue que sirva de descanso a los caminantes antes de empezar a andar. Sería un reclamo más para atraer turistas y, con esta llamada, empiezan a proliferar hostales y albergues privados.
La ubicación de ese futuro albergue de peregrinos no está clara. El Concello optaba en un primer momento por el edificio de Aduanas pero el alcalde de la ciudad, Ángel Mato, dejaba caer en un desayuno con el Club de Prensa que la casa, en ruinas, de Carvalho Calero también sería una buena opción.
Leído en Diario de Ferrol