El Camino de Santiago es único en el mundo
Es el momento de descubrirlo a través de una serie de sorprendentes y curiosos datos
El Camino de Santiago es una de las peregrinaciones más importantes del mundo, y también de la historia. Ese viaje rumbo al oeste, siguiendo las características flechas amarillas que nos llevan hasta la tumba del apóstol Santiago reúne a millones de peregrinos año tras año.
Pasa por parajes cagados de belleza, pero también de muchísima historia. Desde el Camino Francés, hasta el de La Costa, pasando por el Lebaniego, el Vasco-Riojano o cualquier otra ruta jacobea. Lo que es un hecho es que el Camino de Santiago es una experiencia verdaderamente única. Por eso vamos a conocerla en profundidad, a través de una serie de curiosidades.
¿Cuál fue el primer camino?
Según la leyenda, debemos trasladarnos al año 829. Un pastor, en un remoto lugar de Galicia, encontró un extraño sepulcro. Se lo hizo saber al obispo Teodomiro, y éste al rey Alfonso II el Casto. El monarca astur acudió al lugar por el que, en aquellos tiempos, era el único camino que unía Oviedo con Galicia. Estamos hablando que pasó por Grado, Cornellana, Salas y el puerto del Palo, entrando a Galicia por A Fonsagrada. Este es el Camino Primitivo, siendo considerado el más antiguo de todos los de peregrinación a Santiago de Compostela.
¿Por qué hay tantos caminos?
Desde que se descubrió el sepulcro del apóstol Santiago en Galicia, cada viajero quiso hacer su propio camino. Es decir, desde la puerta de su casa hasta Compostela. Con el paso del tiempo, estas rutas fueron haciéndose cada vez más populares y transitadas, pero nunca tuvieron esa exclusiva del apelativo “Camino de Santiago”. En 1993 cambiaron las cosas, cuando la UNESCO incluyó esta peregrinación en la lista de Patrimonio Mundial.
De esta manera, para poner algo de orden entre tanto caos, se decidió que este ansiado galardón recayera sobre el conocido como Camino Francés, ya que es el más transitado desde la antigüedad. En 2015, este título de Patrimonio Mundial lo adquirió el llamado Camino del Norte. A pesar de todo, como decimos, el Camino de Santiago puede empezar desde la misma puerta de tu casa.
¡Hazte con La Compostela!
Se trata de un documento que certifica haber realizado el Camino de Santiago por “devotionis affectu, voti vel pietatis causa”, es decir, “por devoción, por un voto o por piedad”. Es un pergamino escrito en latín, expedido por la Oficina del Peregrino de Santiago en nombre de la iglesia.
Tan solo se entrega a aquellas personas que, mediante la credencial de peregrino, han completado los últimos 100 kilómetros ya sea a pie o a caballo, o los últimos 200 kilómetros en bicicleta. Todo ello, asegurándose de que el Camino ha sido realizado por motivos religiosos. También existe el certificado para los que lo hacen por cuestiones no religiosas, y se llama “Certificado de acogida a la ciudad de Compostela”.
¿Quién fue el primer peregrino del Camino?
Es algo que es muy difícil de saber, pero la historia ha otorgado este título a Godescalco, es decir, al arzobispo de Le Puy. Éste viajó, en el año 950, desde Aquitania. Ese viaje marcó un antes y un después, ya que impulsó una gran corriente de peregrinos que venían de Francia. Tan solo unos años después, en 961, Raimundo II, marqués de Gothia, fue asesinado en el Camino aunque no quedan claras las circunstancias.
Cabe destacar que un documento de 1312 detalla que Yves Lebreton, un francés, cumplió con todos y cada uno de los requisitos de peregrinación, habiéndolo hecho en nombre de la conocida condesa de Artois. Siglos después, ya en el año 1668, el príncipe Cosme de Médicis de Italia emprendió un viaje para visitar Santiago hasta llegar a las islas británicas.
Los restos de Santiago se perdieron ¡pero fueron recuperados!
En el año 1558, san Clemente, que por aquel entonces era arzobispo de Compostela, temía un ataque de los piratas ingleses contra la tumba de Santiago. Por ese mismo motivo, no dudó en esconder sus restos. Lo hizo tan bien que, durante 300 años, estuvieron perdidos. Es entonces cuando en 1878, durante unas reformas en el altar mayor de la catedral, los trabajadores perforaron una bóveda oculta.
Es entonces cuando encontraron los restos de tres varones. Tan solo unos años después, en 1884, el Papa León XIII avaló los trabajos científicos realizados con la bula Deus Omnipotens. De esta manera, reconoció que esos restos óseos encontrados pertenecían tanto al apóstol como a dos de sus discípulos.
Un pueblo resurgió gracias al Camino de Santiago
Estamos hablando de Foncebadón, situado en uno de los montes de León y muy cerca de Cruz de Fierro. Hace unos cuantos años, concretamente en 1990, Foncebadón era un pueblo en ruinas y completamente abandonado. En la actualidad cuenta con tres albergues privados y uno parroquial, dos restaurantes, un hostal y un supermercado.
Tal y como ocurría en la Edad Media, el Camino vuelve a ser no solamente un motor económico, sino también un motor en cuanto a repoblación se refiere.
Leído en La Sexta