La antigua oficina de turismo de la capital de Ribadedeva, conocida como la Casa de la Herrería, se convertirá en unos meses en el primer albergue municipal de Colombres para los peregrinos del Camino de Santiago.
Así lo reconoció el alcalde, Jesús Bordás, quien explicó que esta actuación «queremos que la ejecute el plan de Empleo». El primer edil detalló que el consistorio «tiene un proyecto de intervención realizado desde hace años» con un presupuesto que ronda los 20.000 euros y cuya partida se consignará con cargo a los presupuestos de este año, que serán aprobados en el pleno de marzo.
El ejecutivo local rescatará así una intervención que tiene programada desde el 2011 y que pasa por conservar la estructura existente en su mayor parte, modificando la entrada al edificio. Se construirá un office con los servicios básicos de cocina en la planta baja y un aseo con dos duchas independientes más otro destinado a personas con discapacidad. Los salones de ambas plantas se destinarán a zonas de descanso. Según Bordás, tendrá capacidad para unas 35-40 personas.
Otro de los elementos que propone el consistorio también es la construcción, en el exterior, de una ‘pila’ para el lavado de ropa. La intención municipal es que el albergue esté funcionando el próximo verano, siendo de su competencia la gestión del mismo.
«En principio sólo habría que acondicionar los baños, distribuir las plantas con pladur y comprar el equipamiento», resumió el primer edil, quien explicó que «en Colombres, hace unos años, se utiliza como albergue de peregrinos el polideportivo municipal». Sin embargo, las críticas de los vecinos por la mala conciliación de las condiciones de falta de higiene que se sucedían en este espacio con la molestia que suponía para los vecinos del concejo que querían practicar en la sala algún tipo de deporte, llevaron a cerrar este espacio a los peregrinos.
En los últimos años, el camino del Norte hacia la catedral de Santiago de Compostela ha incrementado el paso de peregrinos por el concejo. De ahí, según Bordás, la necesidad de habilitarles un lugar específico y adaptado a las necesidades de quienes viajan hacia Galicia.
De esta forma, Ribadedeva quiere ganar presencia y papel en el Camino. «Queremos hacer de Colombres un fin de etapa» para los peregrinos que se acerrquen a Santiago. De esta forma, según dijo, potenciaremos también el consumo en el concejo y facilitaremos las pernoctaciones de los caminantes en otros establecimientos. «Por este motivo, no nos interesa ofertar muchas plazas en el albergue, que será reducido», explicó. El gasto medio que acarrea un peregrino, según las cifras que baraja el consistorio, ronda los cuarenta euros al día.
Los hosteleros, hace años reticentes a la creación de espacios que supusieran una competencia, han visto que los peregrinos son un nicho de mercado y han comenzado a adaptar sus ofertas a las necesidades de los caminantes. «Hasta ahora pasan de largo por nuestro concejo y queremos que se detengan y lo disfruten antes de dirigirse hacia Llanes», indicó Bordás.
La Casa de la Herrería da hoy cobijo a las actividades de los colectivos de la zona. En la planta baja, realizan un cursillo de madera. En el piso superior, imparten clases de baile.
Leído en El Comercio