Camino de Santiago Baztanés | |
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Descripción general de la etapa
Siguiendo en principio el curso del río Nive y entrando en la península por Dantxarinea, el camino permitía que los peregrinos que viajaban junto a la costa o que desembarcaban en Bayona para iniciar su andadura hacia Santiago cruzaran por una ruta más sencilla y más segura (dada la abundante circulación que el tráfico comercial de la Edad Media imponía) que la hoy conocida como «Camino Francés» que entraba por Roncesvalles.
Además este itinerario resultaba más suave en cuanto a las altitudes (Otsondo supera por poco los 600 metros y Velate no pasa de los 890 frente a Ibañeta o Lepoeder, con 1.050 y 1.430 metros de altitud), y mucho menos riguroso en la época invernal.
Se mantienen todavía perfectamente algunas instalaciones de la época de su máximo desarrollo (Monasterio de Urdax, Monasterio de Belate…). Y junto a ellas el hermosísimo paisaje que las acompaña.
Esta etapa, corta y sin ningún tipo de complicación, es el prólogo de una ruta que a cualquier amigo del Camino de Santiago le interesa conocer y disfrutar.
Albergues y otros alojamientos de la etapa
→ Bayona
- Albergue Maison Diocésaine Saint Léon | 88 hab. | 25€-62€ | Todo el año |
- Albergue de peregrinos Socorro Aguirre | 9 pax. | 20€ pax. | Todo el año |
- Acogida de peregrinos en Bayona
- Otros alojamientos en Bayona
↓ 9,60 Villefranque
↓ 2,35 Desvío de Herauritz
↓ 2,15 Ustaritz
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Descripción detallada de la etapa
→ Bayona
Empezamos nuestra ruta en las puertas de la Catedral de Bayona. Situada en el centro de la ciudad, cercana al río Nive, es muy fácil de localizar, incluso para los visitantes.
Iniciamos aquí la descripción del camino. Empezaremos admirando la portada de la catedral de Santa María, situada en medio del casco antiguo. Levantada entre los siglos XIII y XVI, su construcción se vio influenciada por diversas circunstancias. La dominación inglesa hasta 1451 dejó su impronta en el edificio. También las necesarias restauraciones que en el siglo XIX recuperaron sus vidrieras.
Situados frente a la hermosa fachada gótica tomamos por la Rué Montaut, por la derecha del edificio, y giramos en la primera bocacalle para tomar la Rué De Luc, descendiendo junto al claustro en dirección al río. Pronto podemos entrever a nuestra izquierda, la preciosa arquería gótica que se extiende al sur del edificio principal. La zona es peatonal.
Circulamos en suave descenso, dejando atrás el edificio monumental y cruzando la Rué d’Espagne seguimos la Rué Poissonnerie. A medida que nos acercamos al río volvemos a encontrarnos el tráfico rodado por estas estrechas calles del casco antiguo de la ciudad, pero circulamos sin mayor problema. De cualquier forma el tramo resulta muy corto hasta llegar frente al Nive.
El descenso nos acerca a la orilla del río al mismo tiempo que dejamos a la izquierda el mercado. Tomaremos a la derecha y, sin cruzar el cauce, por el puente seguiremos junto a la orilla, por el Quai («malecón») Amiral Jaureguiberry. A la derecha quedan las terrazas al aire libre de varios bares. Dos minutos después cruzamos la calzada por semáforo junto a otro puente y seguimos junto a esta orilla del río.
El paseo junto a la orilla se encauza en una cinta estrecha peatonal, con suelo de asfalto, que nos va a conducir durante casi todo el trayecto por las orillas del río Nive.
Dejamos atrás, ya en zona ajardinada, un embarcadero que facilita el ejercicio del remo por las aguas de esta plácida pero caudalosa corriente. Mesas y bancos de madera permiten disfrutar del entorno. Poco después el paseo se introduce bajo un nuevo puente. La vegetación se impone en las riberas. Abundan los grandes plátanos de sombra, algunas olmedas que forman setos… y multitud de especies de jardín. La señalización ha aumentado en los últimos años. Se nos cuenta que estamos, por el momento, compartiendo tres caminos jacobeos: Roncesvalles, el de la Costa (o del Norte) y el Baztanés.
Pasamos bajo otro puente más. El ferrocarril circula por encima. Abandonamos paulatinamente la zona urbana y se va imponiendo la vegetación, exuberante en las riberas. Un muro invadido por la hiedra nos acompaña a la derecha.
Hay instalaciones deportivas y la zona está ajardinada y cuidada. El paisaje es abierto. Al otro lado del río algunas casas se levantan en pequeñas colinas. Seis minutos después pasamos junto a los restos de un antiguo puente, cuyo pilar central permanece todavía en pie en medio del cauce. Aparecen pequeñas huertas a la derecha. Poco después dejamos junto al camino un círculo asfaltado marcado como helipuerto.
Pasamos bajo el puente de la autopista A-63. Hay un desvío hacia la misma, a la derecha. De vez en cuando tenemos junto al camino pequeños chalets y recoletos rincones. Vamos remontando el río, cuyo curso ondulado discurre con suaves meandros.
Por la Rue Dr Voulgre se desvía a la derecha el camino «de la Costa», junto a una casa con el nombre «Aldapa». Las señales de un poste nos lo indican. En nuestro caso mantenemos la orilla del río y seguimos en iguales condiciones que hasta ahora. Aquí finaliza el término municipal de Bayona.
Llegamos hasta una escuela de hípica. Instalaciones habituales, con cuadras, vallados y zonas de entrenamiento. El camino continúa con la misma tónica. Se sucede el arbolado con todo tipo de especies. Aparecen arces, alisos, sauces, acompañados de setos de todo tipo. El paisaje sigue totalmente llano.
Dejamos a la derecha las instalaciones de un campo de golf. Cinco minutos después, por otro pequeño puente, cruzamos sobre otra regata que va a parar al río. Va aumentando la presencia de bosquetes de álamos, con el sotobosque invadido principalmente por espinos y especies afines.
El río traza un amplio meandro, al final del cual superamos otra regata. Junto al puentecillo hay un banco que invita a hacer un alto. Estamos en la mitad de la etapa y éste puede ser un lugar tan bueno como cualquier otro para reponer fuerzas y disfrutar del ambiente.
Chalet junto al camino. Al otro lado del río circula el ferrocarril. Poco más adelante una pasarela peatonal cruza de lado a lado. Es metálica, aunque esté recubierta por barandillas de madera. Un minúsculo jardín protegido por seto artificial adorna el arranque de la misma por este lado. Nuestro camino sigue por la orilla de siempre, sin cruzar al otro lado.
Un caserío exhibe en su fachada, en madera, la leyenda «Portu Berria». Según nos comentan hasta este punto navegaban las barcazas en el pasado para descargar mercancías. Las arrastraban con caballerías que tiraban de las embarcaciones mediante sogas ayudadas, habitualmente, por la crecida provocada por la marea.
Nos separamos del río momentáneamente para volver de inmediato tras rodear una casa ¿o ermita? («Ntra. Señora de la Nive») junto a la orilla. El camino circula a unos 100 metros del río para después volver al mismo. Aparecen marcas del Camino que, aunque es claro y sencillo de seguir, nos lo indican por si acaso.
Circulamos ahora entre el río y un canal que llega entre el arbolado. Entre ambos casi no hay otro espacio que el necesario para el camino. Abunda el arce negundo en la zona. El canal se aleja después hacia la derecha. Más adelante se ve que procede de un molino que queda semioculto entre el bosque, algo desplazado.
Una roca situada estratégicamente en medio del camino impide la circulación rodada. Salimos en este lugar al lado de una presa que cruza el río. De ella parte el canal del que hemos hablado anteriormente, pero también junto a la misma hay actualmente una toma de agua y una depuradora de potabilización. Desde este punto dejamos el río y nos desviamos en perpendicular al mismo.
Salimos a un carretil (Leiorrondo Bidea) con mayor anchura que va paralelo al camino que traíamos. En el mismo cruce, bajo el poste que se aprecia en la imagen entre la vegetación, hay una humilde fuente en la que podemos reponer el contenido de la cantimplora. Tomamos a la izquierda en el cruce y comenzamos un ligero ascenso.
Enseguida alcanzamos el punto más alto. Desde aquí damos vista a Ustaritz, que se encuentra cercano bajo nosotros. Comenzamos a descender con suavidad y salimos enseguida (tres minutos – 200 metros) a la Rué Iribehere, donde desemboca nuestro camino. Aparece aquí la circulación rodada. Estamos entrando en Ustaritz. Construcciones de baja altura, con mucha zona verde, típicas de Iparralde.
↓ 14,10 Ustaritz
Cruzamos Ustaritz por la calle principal. Tras dejar una bella fuente de piedra rematada con una bonita escultura alcanzamos un cruce en el que se encuentra, entre otros edificios, la escuela de la localidad. Trescientos metros más adelante encontraremos la iglesia, donde damos por finalizada la etapa y enlazaremos con la siguiente de esta ruta jacobea
Frente a la iglesia de Uztaritz finalizamos la etapa. Amplia zona ajardinada, con aparcamientos. Un monumento al soldado desconocido de la primera guerra mundial se levanta junto al edificio.
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Buenos días,
Usted puede decirme si en esta ruta de Bayonne hasta Ustariz hay mucho pavimento o no por favor.
Prefiero senderos en vez de pavimento.
Cordialmente,
Marianne
La mayor parte del camino desde Bayona discurre por el antiguo camino de sirga paralelo al río, actualmente asfaltado. De hecho, casi todo el recorrido entre ambas localidades es por caminos asfaltados.
Un salduo y ¡Buen Camino!