- El proyecto, financiado por el Gobierno vasco con un millón de euros, acogerá a peregrinos, investigadores y turistas en 17 cuartos con diversos diseños
- El alojamiento se ubicará en tres edificios de Cuchillería que se rehabilitarán en otoño
Una decoración especial, unos muebles únicos o un entorno privilegiado. Si la forma de viajar se ha revolucionado en los últimos tiempos, también lo ha hecho la de alojarse y son muchos los que buscan aquellas particularidades que añadan un encanto especial a la estancia.
Un atractivo al que también se suma el Casco Viejo de Vitoria donde, en el plazo aproximado de un año, se levantará un albergue de esas características. El edificio que contará en principio con 85 plazas, aunque podrían incrementarse en el futuro hasta rondar el centenar, está destinado a alojar a clientes de todo tipo y condición. Desde peregrinos del Camino de Santiago -una de sus facetas más destacadas- a turistas de visita e incluso investigadores del futuro centro de investigación del Patrimonio, Zain.
El proyecto tiene una inversión de un millón de euros a cargo del Plan+Euskadi09 del Gobierno vasco y estará gestionado, de forma compartida, por la Fundación Catedral Santa María y la Agencia de Revitalización del Casco Histórico (Arich). Precisamente, son los consejos de ambas entidades los que aún deben dar el visto bueno a la iniciativa, aunque todo parece indicar que no habrá ningún problema para que den su aprobación. De hecho, se podría hacer oficial el próximo septiembre. Será a partir de entonces cuando se lleve a cabo la reordenación urbanística necesaria para que las viviendas tengan un uso de equipamiento y alojamiento dotacional. El siguiente paso será la rehabilitación de tres inmuebles de la calle Cuchillería, correspondientes a los números 87, 89 y 91, que acogerán el futuro albergue. Cada uno de ellos tendrá una fachada de diferente color y distinto tamaño. Y es que el primero contará con planta baja más cuatro alturas frente a las tres de los dos restantes.
«Va a ser un proyecto rentable económicamente, que dinamizará la calle y dará respuesta a las demandas de turismo cultural», valora Gonzalo Arroita, director de la Ciudad Histórica.
Con cajero y ordenadores
Los edificios han sido cedidos por el patronato del templo gótico para tal menester, mientras que será Arich la encargada de adjudicar los trabajos de puesta a punto. Un proceso que podría desarrollarse a lo largo del próximo otoño. El objetivo prioritario es que el alojamiento esté en funcionamiento de cara al verano de 2011.
Por ahora, el equipo técnico ya ha diseñado el proyecto, que se dividirá en 17 habitaciones de diversas características, con espacio para entre dos y ocho plazas. Dos de ellas estarán adaptadas para personas con movilidad reducida. Un pequeño apartamento para tres personas y cocina incorporada completará la oferta de este nuevo alojamiento.
En su planta baja se situará el vestíbulo de acceso, la recepción, oficina, enfermería, cocina libre y un área para comedor y usos múltiples. También habrá pequeños espacios para guardabicis, almacén y servicios comunes. Incluso, se prevé la instalación de un cajero automático, el primero del Casco Histórico, y una pantalla multimedia que recoja las diferentes actividades culturales que se organizan en la ciudad.
En el primer piso, con acceso al patio interior, se situarán las salas de estar, una zona de ordenadores y un baño común. En el resto de alturas se reparten los dormitorios, que dispondrán de baño incorporado y taquillas o armarios individuales. Además de su cuidado aspecto, su particular encanto se lo darán los nombres de las habitaciones, ya que cada una se bautizará con sustantivos de capillas o de familias nobiliarias relacionadas con la catedral vitoriana.
‘Packs’ turísticos
De entrada, los servicios básicos sólo serán los de alojamiento y desayuno, con el objetivo de dinamizar la actividad hostelera de la zona. Tampoco se descarta potenciar el fin social. «Hay un bar cercano y, si se hace una gestión participada con la fundación, se podrían ofertar los desayunos ahí, de forma que los beneficios fueran para la obra social de la parroquia de Santa María», lanza el gerente de la Fundación, Juan Ignacio Lasagabaster.
Lo que aún falta por concretar es el precio, que dependerá del tipo de habitación, la temporada, el tiempo de estancia y la edad de los clientes. «Estarán en un rango medio-bajo», tranquilizó Lasagabaster, entusiasmado ante una iniciativa que barajaban «desde hace tiempo» y que por fin verá la luz.
No en vano, ya estudian varias opciones que potencien el albergue, dotado con unos «entrañables» patios interiores por los que podrían organizar algún recorrido. Al igual que la posibilidad de ofertar ‘packs’ turísticos para visitar la muralla y la catedral, con alojamiento incluido en el albergue.
Entre otros atractivos, presumen de que el proyecto, que se presentará ante Patrimonio del Gobierno vasco, es «modélico» por su restauración. «Y cómo usando materiales tradicionales se puede lograr, con criterios ecológicos, plena contemporaneidad», destacan.
Fuente: http://www.elcorreo.com/alava/v/20100719/alava/casco-viejo-impulsa-albergue-20100719.html