Recorrer el Camino de Santiago en soledad es la mejor terapia

El Camino en solitario, una gran terapia

«Recorrer en soledad el Camino de Santiago es la mejor terapia»

Tras sufrir un accidente de bicicleta hace un año, el exsoldado e ingeniero estadounidense Jesús Fernández consiguió hacer la ruta jacobea.

Tiene solo 33 años, pero sus ojos han visto muchas cosas. Nació en Venezuela, se trasladó a California, se graduó en ingeniería, se alistó, estuvo en Afganistán, se marchó a vivir a Madrid, logró acabar un medio ironman y solo unos días después un accidente de bicicleta le dañó una vértebra y tuvo que estar dos meses en la cama…

Pero no quiere hablar del pasado porque lo que importa ahora es el futuro. Un día hizo un fundido en negro en su vida, se colocó una mochila y se fue a Francia para hacer el Camino de Santiago.

Llegó a la catedral compostelana la semana pasada tras un montón de jornadas . Cuántas fueron. Muchas. El número concreto no lo quiere desvelar «para no preocupar a mi madre».

En el momento de la charla todavía no había llegado a Fisterra para «quemar algunas cosas que debo quemar» porque el Camino fue su terapia. Un punto y aparte. No es el único que ha hecho la ruta por esa razón.

– Explica que un día opta por dejarlo todo para ponerse a caminar. ¿Qué le empujó a ello?

– Cuando uno está perdido precisa respuestas. Recorrer el Camino en soledad es la mejor forma de escucharse. La gente no se escucha. Para entender al resto hay que comprenderse primero a uno mismo. El Camino es la mejor terapia. Hay mucha gente que lo hace por esa razón. No es como muchos de los que lo hacen en verano por el cachondeo.

Durante los días que he estado caminando me he encontrado a nueve peregrinos que dejaron el trabajo. Había españoles entre ellos. También me crucé con gente que estaban dejando las drogas.

– ¿Cómo descubrió la existencia del Camino de Santiago?

– Lo conozco desde pequeño Por algo mi madre nació en un pueblo de Ordes, aunque después cruzó el océano para ir a Canadá y Venezuela. No es esta la única vez que lo he hecho. La primera me costó y sufrí al hacerlo.

– No quiere hablar del pasado. Háblenos entonces del futuro. Porque lo que ha hecho, liarse la manta a la cabeza para dedicar un tiempo a pensar, no es común en los tiempos que corren. ¿Qué va a hacer?

– Espero volver a Madrid y buscar un trabajo… No creo que tenga problema por el currículo que tengo. Lo que debemos pararnos a pensar es qué vida tenemos, qué queremos.

No tengo duda de que hay gente con un buen trabajo que vive peor que una persona que carece de hogar porque no tiene tiempo a nada, pierden relaciones, se encuentran totalmente solos… A veces digo a gente que veo todo el rato pegada al teléfono móvil, pero ¿por qué estas todo el rato viendo el mundo a través del Instagram cuando tú eres tu Instagram? ¡Levántate y vete a ver el mundo!

– Hace un año un golpe le dejó tumbado en la cama dos meses. ¿Pensó entonces que podría caminar otra vez tanto como para hacer el Camino de Santiago?

– Cuando estaba en la cama y no podía moverme me cuidaron dos amigos. Resulta una casualidad pero son Santiago, un amigo del colegio que vino a verme y al que tuve que hacerle una guía de viaje desde la cama, y Camino. Estando allí pensé en que tenía que hacer cosas de nuevo.

Leído en La Voz de Galicia

 

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