2019 ha sido un gran año para el Camino de Santiago, ya que volvió a batir récord por tercer año consecutivo de peregrinos llegados a Santiago de Compostela a través de sus diferentes rutas, alcanzándose la cifra de los 347.578 (en 2018 se llegó a 327.378) de 186 nacionalidades.
Sin embargo, este incremento tan importante no ha sido tal en el Camino Francés a su paso por la Jacetania.
Sí que ha habido un aumento de peregrinos que han transitado por esta ruta, pero solo ha sido moderado, en torno a un 5%. No obstante, es una cifra difícil de calcular, ya que únicamente se tienen registros de los albergues y en la actualidad, cada vez son más los peregrinos que se hospedan en hoteles y hostales.
El albergue de Jaca es quizá el más representativo del Camino Francés por Aragón, pero en este caso, lejos de aumentar ha disminuido ligeramente la estancia de peregrinos.
En 2018 se registraron 2.066 y el pasado 2019, 1.939, según datos facilitados desde la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Jaca.
Pero el perfil de los peregrinos ha cambiado en los últimos años, y son muchos los que prefieren hospedarse en la habitación individual de un hotel, que en una conjunta de un albergue.
Y es que una mayoría tienen un poder adquisitivo medio-alto, que dejan cifras de gasto diario entre 40 y 120 euros al día.
El presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Jaca, Javier Gazapo, explica que remitiéndose a los datos, hay una ligera reducción de pernoctas en el albergue de Jaca, “pero no tenemos datos de hoteles, hostales y el albergue de Escuelas Pías, donde también se producen muchas pernoctas“. Esto es lo que justificaría ese incremento “moderado”.
En cuanto a otros albergues, el de Santa Cilia acogió a 700 peregrinos en la temporada que está abierto, que son siete meses; 475 en Artieda; 1.036 en Arrés o 59 en Villanúa desde el pasado mes de mayo. En estos casos no hay comparativa con el año anterior. En el albergue de Artieda hicieron noche 875 peregrinos, un centenar menos que el año anterior.