La afluencia en 2021 fue de 723 personas, muy superior a la del año anterior, pero lejos aún de las dos mil pernoctaciones de antes del covid
La peregrinación jacobea por Siero se recupera “muy lentamente”, explica Manuel Samartino, director del albergue Casona de San Miguel tras cerrar el balance de 2021. Según las estadísticas, el año pasado tuvieron una afluencia de 723 personas, los que supuso un incremento de un 193% respecto al 2020, ejercicio en que estuvieron cerrados varios meses por el covid y tuvieron a 246 alojados.
Sin embargo, las números aún distan mucho de los que manejaban antes de comenzar la pandemia. En 2019 superaron los dos mil alojados.
La concurrencia, que bajó debido al covid, no pudo recuperarse en su totalidad debido a las restricciones aún existentes en algunas comunidades autónomas. “El Camino de Santiago no podría realizarse sin la extensa red de albergues que están dispuestos a lo largo de la ruta. Este año pasado, por la pandemia, han estado cerrados muchos y eso dificulta la posibilidad de alojamiento. El País Vasco ha tenido todos los albergues públicos cerrados, Cantabria también tuvo muchos y, en Asturias, los que hemos estado abiertos hemos tenido limitación de aforo, por lo que la capacidad se ha visto disminuida. ”, indica Samartino.
La temporada de 2021 con mayor afluencia coincidió con el verano. El centro tuvo una concurrencia en agosto de 194 personas, seguido de septiembre, con 172 ,y julio con 145. A principios de año, sin embargo, no alojó a ningún peregrino de enero a abril
“El nuestro ha sido el albergue público que ha estado más días abierto en todos los trazados del Caminos del Norte”, señala Samartino, que espera que el año que viene las cifras de concurrencia se vayan recuperando progresivamente. Aún así, lo que buscan desde la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Siero, Noreña y Sariego “no es batir ningún récord”, sino “acoger con calidad” a quienes optan por el trazado comarcal.
Leído en La Nueva España