Seguro que estás pensando en hacer este verano el Camino en bici, pero todavía no te atreves a dar el paso y salir dirección Santiago. Pues no te lo pienses más, si no tienes experiencia viajando en bici, el Camino es una de las mejores formas de iniciarse en el cicloturismo. Son muchas las ventajas que ofrece para que se convierta en tu primera experiencia con alforjas. Una experiencia que sin duda será inolvidable.
Aunque en Conalforjas.com hemos hablado varias veces del Camino, esta vez tengo el honor de estar en la web de bicigrino a hablar de la parte que toca una vez acabamos la etapa y nos bajamos de la bici. Los albergues.
Si todavía no has hecho el Camino, te preguntarás que qué tiene de especial dormir en una habitación común llena de literas y ruidos de todo tipo por la noche. Sin embargo, alojarse en los albergues es una de las partes más enriquecedoras del camino, algo que le da ese toque mágico y humano a la ruta. En los albergues no sólo pararás para dormir, también convivirás con otros peregrinos, conocerás gente de todo el mundo y compartirás mil historias.
Para que tu experiencia en los albergues sea la mejor posible, te voy a dar unos consejos basándome en mi experiencia como peregrino de a pie, en bicicleta y hospitalero durante casi 4 años regentando el albergue Tierra de Barros, en la Vía de la Plata.
7 Consejos para ser un buen bicigrino
1. La credencial del peregrino
Lo primero que debes saber es que necesitarás la credencial del peregrino, es como un pasaporte donde te van sellando cada día. Este documento es necesario para conseguir la Compostela cuando llegues a Santiago. Además es un bonito recuerdo pues tendrás los sellos de todos los albergues por los que has ido pasando. También la credencial será un requisito indispensable para dormir en la mayoría de los albergues, sobre todo los públicos, ya que están destinados solo a peregrinos y el precio por pernoctar es bastante bajo, entre 5 y 10 euros
2. Conviértete en un bicigrino
Por otra parte, si vas a hacer el camino en bici, normalmente los peregrinos a pie tienen preferencia sobre los que van en bici hasta las 20 h. Esto solo se da ya cerca de Santiago, donde la presencia de peregrinos aumenta en cantidades considerables.
Para evitar problemas si haces el camino en temporada alta (verano en el Camino Francés o primavera en la Vía de la Plata) lo mejor es que llames antes para asegurarte de que hay plazas disponibles.
Normalmente los albergues públicos y algunos privados no hacen reservas, pero hay una serie de albergues que pertenecen a la “red de alojamientos bicigrinos“, que puedes encontrar en la web de bicigrino, que acogen a los que van en bici sin problemas, ofreciendo además una serie servicios como un lugar seguro y cerrado para guardar las bicicletas, herramientas a disposición de los bicigrinos, etc.
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Esta es la mejor opción para los que vais en vuestras queridas monturas.
Además seguramente coincidas con más bicigrinos con los que puedes ir haciendo grupo y comentando las anécdotas de la jornada cada tarde con una cerveza fría en la mano.
3. Lleva poco equipaje
Otra ventaja de pernoctar en albergues es que te permiten ir más ligero de equipaje, así disfrutarás más de la bici.
Normalmente estos alojamientos están bastante equipados, por lo que te bastará con un saco fino o de verano para dormir, pues suelen contar con mantas. Al dormir en cama/litera te puedes ahorrar también el aislante, y para la ducha te bastará con una toalla de microfibra que pesa poco y se seca rápido. En cuanto a ropa no hace falta que lleves mucha, pues puedes lavar a diario en los albergues. Todos suelen contar con una pila, y en muchos casos con lavadora y secadora. Incluso suelen disponer de cocina, por lo que también podrás dejar el hornillo en casa.
Como ves, no hace falta que vayas muy cargado. Te bastará con unas alforjas traseras y una bolsa de manillar para llevar tu equipaje.
4. Ve solo o en grupos pequeños
Para aprovechar la experiencia al máximo mi consejo es que hagas el camino solos o en grupos reducidos. Así no te limitarás a la hora de relacionaros con otros peregrinos. El camino es 100% seguro y está perfectamente señalizado, y la mayoría van solos como tú.
Según vayan pasando las etapas, irás conociendo a más gente con la que coincidirás cada tarde en los mismos albergues. Ellos terminarán siendo tu familia en el camino. Aprovéchalo. Abre tu mente. Párate a hablar, a preguntar cómo van los pies o el dolor de trasero en la bici, o simplemente a compartir un rato el silencio. Aprovecha la cena en común que suelen ofrecer los albergues, cuando compartes el vino y te ríes escuchando las batallas de cada día.
5. Acuéstate temprano
Y tras la cena, a dormir temprano. Todos a las literas. Al principio te puede resultar un poco incómodo dormir en la misma habitación con desconocidos. Intentarás moverte lo menos posible en la litera. No te preocupes, te terminarás acostumbrando. Te puedo asegurar que nada más acabar el camino, estarás pensando en el próximo y desearás volver a pernoctar en los albergues, a sentir el lado más humano del camino, a olvidarte de la televisión y de tu rutina.
6. Escucha al hospitalero
Ya es por la mañana. Algunos salieron hace horas. Tú tranquilo, no tengas prisa. Prepara bien tus alforjas. Tómate un café con el hospitalero y escucha sus consejos para la etapa que queda por delante. Pregúntale por tramos que no sean ciclables y posibles alternativas. Ellos son los que mejor conocen el camino.
7. Déjalo todo lo mejor posible
Por último, intenta dejar el albergue lo mejor posible. Muchos de ellos se mantienen con donativos y es cosa de todos cuidar el Camino.
Hasta aquí mis consejos. Espero que te hayan servido. Si tienes alguna duda más sobre temas de cicloturismo, pásate por ConAlforjas seguro que encontrarás lo que estás buscando.
Buen Camino!
** Gracias a Pablo de CON ALFORJAS – BLOG.
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