El Albergue de San Martín de Laspra cerró 2017 superando los 2.000 peregrinos, en concreto alcanzando la cifra de 2.010, lo que consolida su presencia en el Camino del Norte.
El albergue inició su actividad el 25 de julio de 2016, coincidiendo con la festividad de Santiago Apóstol, y hasta la misma fecha de 2017, había contabilizado 1.600 usos.
Los datos globales de 2017 mejoran la actividad de su primer año y no sólo por haber doblado el tiempo de actividad. La mayor difusión y su estratégica situación explica estos resultados. «Cada vez tenemos más presencia en las guías del Camino y eso se nota», comenta José Antonio González, promotor del albergue que ha recuperado la antigua casa rectoral de San Martín de Laspra.
Según explicó José Antonio González, los máximos de actividad se registraron en los meses de julio y agosto, cuando se tenía una media de veinte o treinta peregrinos al día. El mes de mayo también fue un buen mes. González explica los resultados por el tirón de Santiago de Compostela. «En Santiago hubo récord de visitantes y eso ha beneficiado a todos los albergues», asegura
En lo que va de ejercicio, se aprecia la influencia del tiempo. El pasado enero sólo pasaron por sus instalaciones ocho peregrinos.
Al igual que sucedió en Avilés, uno de los rasgos del albergue de San Martín de Laspra es la pluralidad de nacionalidades que pasaron por sus instalaciones. Así, el pasado año se contabilizaron más de sesenta países diferentes entre los usuarios de la antigua casa rectoral, siendo los alemanes los más numerosos.
Para el responsable de la instalación, lo más importante es el alto grado de satisfacción con el que se marchan los peregrinos y sus comentarios elogiosos, tanto hacia las instalaciones como al trato recibido.
González destaca la complementariedad de la instalación de Castrillón con la de Avilés. «Muchos peregrinos sellan su credencial en Avilés, pero duermen aquí», comenta. Los sellos deben registrar las diferentes etapas del peregrinaje y es obligatorio presentarla para recibir la Compostela, el documento expedido en Santiago de Compostela que certifica que el peregrino ha completado un mínimo de 100 kilómetros a pie hasta llegar a la capital gallega.
La distancia entre Avilés y San Martín de Laspra permite que los peregrinos opten por uno de los dos sellos en su camino hacia la tumba del apóstol.
El albergue de San Martín de Laspra es una iniciativa privada de José Antonio González, un enamorado del Camino de Santiago que, como tal, ha lanzado su proyecto con el objetivo de «cubrir gastos, no tiene ánimo de lucro». De ahí que se financie solo con donativos.
Leído en El Comercio