Has tomado por fin la decisión de hacer el Camino de Santiago por primera vez, pero, ¿de verdad sabes todo lo necesario antes de lanzarte a esta aventura? Aquí tienes algunos hechos y realidades con los que te encontrarás en el Camino y que seguramente nadie te ha contado.
Estos son solo 10 puntos que todo peregrino debería saber antes de lanzarse a la aventura; tenemos muchos más consejos sobre el Camino de Santiago recopilados para ti.
1. Ser peregrino no es lo mismo que ser turista
Esto ya deberías saberlo, pero no debes plantarte en el Camino de Santiago con la misma mentalidad con la que afrontarías unas vacaciones al uso. Los albergues del Camino están llenos de voluntarios que dedican su tiempo a la atención de los peregrinos, por lo tanto, la relación entre ambos no es de “negocio-cliente”. Como se suele decir, “en el Camino se agradece, no se exige”; olvídate de lujos y privilegios por unos días, todos los peregrinos somos iguales y tenemos los mismos derechos.
2. El Camino es económico pero no es gratis
¿Cuánto cuesta hacer el Camino de Santiago en realidad? La ruta jacobea es bien conocida por ser bastante asequible para el bolsillo: menús específicos para el peregrino, alojamientos a precios populares, noches en albergues por la voluntad… Sin embargo para que la rueda siga girando y los establecimientos se puedan seguir manteniendo abiertos, los peregrinos debemos contribuir con nuestra parte.
Deja la picaresca aparcada en casa y recorre el Camino con empatía hacia todos los que lo hacen posible.
3. Los horarios en el Camino no los pones tú
Siguiendo con lo que adelantábamos en el punto 1, convertirnos en peregrinos conlleva adaptarnos a unas normas, pero también a unos horarios, los de los albergues. ¿Cómo funcionan los albergues del Camino? Estos alojamientos dan cobijo a decenas de peregrinos en habitaciones compartidas y por eso se manejan unos horarios bastante estrictos para garantizar la convivencia. Normalmente
4. El Camino Francés está masificado (en temporada alta)
Muchas personas relacionan directamente Camino de Santiago con las etapas del Camino Francés, pero lo cierto es que la ruta que parte de Roncesvalles no es la única que puedes recorrer para llegar a Santiago. El Camino Francés es por mucho la ruta más popular, así que con el boom del fenómeno jacobeo en los últimos 5 años es inevitable que se masifique en verano.
Si quieres vivir una experiencia más tradicional y auténtica y no te importa prescindir de los muchos servicios de la ruta francesa, dale una oportunidad a otros recorridos como el Camino Portugués, el Camino Primitivo o el Camino del Norte.
5. A los peregrinos veteranos se les escucha (y se aprende de ellos)
Los secretos del buen peregrino son un bien que no tiene precio y que se lleva transmitiendo de boca en boca durante siglos. Esos secretos, trucos y enseñanzas son fruto de la experiencia de los que ya han recorrido el Camino de Santiago innumerables veces. Si es tu primera vez en el Camino, abre bien los ojos y los oídos y haz caso de las recomendaciones y trucos de los más veteranos.
Te regalarán algunos consejos de mucho valor como el tipo de calcetines que te irán mejor, los mejores estiramientos después de cada etapa, los mejores sitios para comer y descansar, y mucho, mucho más.
6. Restarle importancia al calzado pasa factura
Hazle caso a todos los que te aconsejan que no lleves calzado nuevo al Camino de Santiago, si lo haces estarás cometiendo uno de los errores de principiante más comunes. El tipo de calzado para el Camino de Santiago lo eliges tú (botas, zapatillas de trekking) pero sea lo que sea que elijas, asegúrate de que ya tienen un rodaje previo.
En el Camino de Santiago vas a encontrarte con etapas de más de 20 km al día: estrenar calzado fácilmente puede suponer la aparición de rozaduras y lesiones que nos pueden dejar tirados.
7. En la mochila SOLO se lleva lo imprescindible
¿Qué llevar en la mochila al Camino de Santiago? Es normal que tengas muchas dudas acerca de qué llevar contigo en la mochila si no lo has recorrido hasta ahora. Los más previsores tenderán a llenar la mochila de objetos de todo tipo (por lo que pueda pasar, nunca se sabe); sin embargo como peregrino debes tomar un enfoque mucho más práctico.
No cargues tu mochila por encima del 10% del peso de tu cuerpo y lleva solo lo imprescindible: tu espalda y tus pies notarán cada kilo extra que lleves en ella.
8. El Camino no es una carrera, llegar a la meta no es lo más importante
El Camino de Santiago no es una maratón aunque inicialmente pueda despistarnos que tenga una meta. Es un camino de peregrinación que concluye la catedral de Santiago de Compostela (donde a todos nos emociona llegar), pero ya te adelantamos que la magia la encontrarás durante todo el recorrido. Cada uno de los pasos que daremos en las diferentes etapas que recorren Galicia y la península de este a oeste nos recompensarán con vivencias, anécdotas, historias humanas y experiencias que recordaremos toda la vida.
Vivir el Camino de Santiago como una carrera contrarreloj sería despercidiar su esencia y lo que nos propone, así que tómatelo con calma, planifica un ritmo de paso constante pero realista y disfruta todo lo que puedas de tu entorno y los que forman parte de él.
9. En los albergues públicos no se admiten reservas
Siguiendo con la filosofía del punto 1: “ser peregrino no es lo mismo que ser turista” nos topamos con otra realidad: si vas de albergues públicos, no puedes reservar, lo que complica un poco dónde dormir en el Camino de Santiago.
Sabemos que seguramente no estés acostumbrado a viajar sin planificar un factor tan importante como el alojamiento donde vas a descansar, pero entiende que son miles los peregrinos que llegan cada día (sobre todo en temporada alta) a pedir cama en cada albergue público.
Las camas se asignan en estricto orden de llegada al albergue (con prioridad para los peregrinos que llegan a pie), así que toma buena nota y madruga para no encontrarte con sorpresas. El Camino de Santiago está repleto de alojamientos, sobre todo en el contexto del Camino Francés, así que si no encuentras plazas en las localidades más concurridas, no te preocupes, siempre tienes a tu disposición albergues privados, pensiones y hostales (muchos de ellos sí los puedes reservar con antelación).
10. Caminando siempre hay que llevar agua y algo para ingerir
La hidratación y alimentación en el Camino de Santiago son vitales para mantener a raya las deshidrataciones y las pájaras. Para ello, comienza de la mejor forma el día con un buen desayuno, completo y variado (nunca se camina en ayunas) y asegúrate de llevar siempre una cantimplora llena de agua, además de alimentos para ingerir (frutos secos, barritas, manzanas) durante tus paradas durante la jornada.
En el Camino encontrarás fuentes de agua mientras caminas, así que aprovecha para beber y rellenar tu cantimplora (no sabes a cuántos kilómetros encontrarás la siguiente).
Leído en Vive Camino