Son los que ha perdido el albergue de Ponferrada entre marzo y junio
El albergue de peregrinos San Nicolás de Flüe de Ponferrada vuelve a estar en marcha. Hoy mismo reabre sus puertas —aunque ayer por la noche ya permitió la entrada de dos personas— y lo hace para que el Camino de Santiago recobre la vida que el coronavirus le quitó. Poco a poco regresa la normalidad a la Ruta Jacobea y para ello hacen falta lugares en los que dormir.
Es preciso recuperar el pulso después de haber perdido más de 7.000 peregrinos entre los meses de marzo y junio. Esa es la estimación que hace el responsable del albergue ponferradino, Miguel Ángel Pérez, en una comparativa con los datos registrados en el mismo período de 2019. Él mismo explicó que de las 142 plazas totales, únicamente estarán disponibles entre 35 y 40 para garantizar la seguridad de todos.
También reabren los albergues administrados por la parroquia de Nuestra Señora de la Encina en Foncebadón y El Acebo. El primero lo hará el día 6, reduciendo su aforo de 18 a nueve o diez plazas. El segundo abrirá un poco más tarde, con unas ocho plazas de las 23 totales, explicó el encargado de la gestión de los mismos, Rafael Canseco.
En todos los casos, los controles y las medidas de seguridad son estrictos.
Menos aforo
De las 142 plazas totales que tiene el albergue solo estarán disponibles entre 35 o 40, es decir, el 28%
Se han señalizado las direcciones que deben seguir los peregrinos en el interior de las instalaciones, se tomarán las temperaturas y se han colocado geles hidroalcohólicos para la desinfección de manos y también felpudos empapados en líquido desinfectante para el calzado. Espacios comunes como las cocinas y bibliotecas no funcionarán y el número de personas por habitación será mucho menor. En todo caso, si se diera un pico en el número de peregrinos, el responsable del albergue San Nicolás de Flüe de Ponferrada aseguró que existen alternativas seguras para asumirlo.
«El Camino se paró bruscamente en marzo y, ahora que se puede retomar, queremos dejar claro que el albergue es un lugar seguro», garantizó Miguel Ángel Pérez, quien aprovechó el momento para recordar el «poder sanador» del Camino y los beneficios que esto puede tener para una persona después de la situación vivida. «Me parece importante destacar la funciona terapéutica del Camino, de oxigenación, de contacto con la naturaleza, de respirar aire puro. En estos momentos es muy necesario», dijo.
El rector de la Basílica de la Encina, Antolín de Cela, fue más allá del plano espiritual y subrayó también el impacto económico que ha tenido la ausencia de peregrinos en Ponferrada , sí, pero sobre todo en los pequeños pueblos que mantienen la vida gracias al Camino de Santiago. «Parece que al final se ve la luz, porque el Camino es bueno para todos. Los albergues como estos promocionan también los lugares donde se ubican», dijo De Cela, animando a perder el miedo a volver a caminar.
Leído en Diario de León