Desde que la Casa de los Cubos abrió el 3 de junio ha tenido una media de 50 peregrinos al día. De las 4.110 pernoctaciones, más de la mitad son de extranjeros, a la inversa que en el turismo
Mientras la Catedral, el MEH o los yacimientos de Atapuerca se han llenado de turistas casi como en un verano normal, supliendo los visitantes nacionales la escasez de extranjeros, el albergue municipal de la Casa de los Cubos ha vivido la situación inversa: muy pocos peregrinos y, en buena parte, de fuera de nuestras fronteras.
Del 3 de junio, fecha de apertura, hasta el 31 de agosto han pernoctado en el albergue de la calle Fernán González algo más de 4.100 peregrinos, una cifra prácticamente similar a la de cualquier agosto prepandemia: han descansado en sus instalaciones 900 peregrinos en junio, 1.600 en julio y 1.610 en agosto.
Las medidas sanitarias les obligaban a una ocupación del 50%, lo que suponía albergar a 75 peregrinos al día, pero ni siquiera han cubierto la cuota: la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Burgos calcula una media de 50 romeros.
En cuanto a la mayor presencia de extranjeros, algo que en la ciudad solo ha ocurrido en la Ruta Jacobea, estamos hablando de algo más de la mitad frente al 70% habitual (en agosto, por ejemplo, han sido 650 españoles y 950 no nacionales). Sobre todo ha habido peregrinos italianos, franceses y alemanes por este orden y, como dato curioso, solo ha habido 3 coreanos cuando antes era la primera nacionalidad.
La Asociación del Camino de Santiago que gestiona el albergue tiene las esperanzas puestas en el otoño, pero sobre todo en 2022, ejercicio que seguirá siendo Año Jacobeo: «Esperamos que ese sea el resurgir de la Ruta», apunta Jesús Aguirre, presidente de la entidad.
Mientras tanto, la asociación empieza a ver la luz al final del túnel con algunas de sus peticiones, como el paso peatonal en la avenida Cantabria o una mayor señalización, que será posible con los 39 peregrinos de dos metros de la Fundación VIII Centenario.
Leído en Diario de Burgos