Los albergues públicos de Galicia del Camino del Norte se ponen guapos - Camino de Santiago

Los albergues públicos de Galicia del Camino del Norte se ponen guapos

Unas peregrinas en el albergue de Lourenzá.
Unas peregrinas en el albergue de Lourenzá.

El Xacobeo dedicó 137.175 euros a mejorar los de Lourenzá, Gontán, Mondoñedo y Ribadeo ► Con las reformas de carácter integral ganan accesibilidad y servicios y subsanan goteras

La temporada fuerte de peregrinaje a Santiago está en marcha. La comarca de A Mariña cuenta con tres albergues públicos de la red autonómica del Xacobeo, situados en Ribadeo, Lourenzá y Mondoñedo, de los que están operativos los dos últimos, en los que la Xunta acometió mejoras relevantes.

La instalación laurentina, ubicada en la Plaza de la Gracia, dispone de 19 plazas, aunque el Xacobeo prevé su ampliación hasta 22. Una de las empleadas que atiende este albergue es Susi Docampo, quien explica que reabrió el 5 de abril tras concluir su reforma. Al día siguiente ya registró el paso de dos peregrinas procedentes de Andalucía que hicieron por primera vez la ruta norte del Camino.

Docampo comenta que el acondicionamiento fue muy completo y consistió en la eliminación de humedades y la renovación interior. “Hacía mucha falta y salió muy bien. Cambiaron las puertas, los baños, suelos, aseos y duchas, pusieron todo nuevo, y también arreglaron la cocina con encimera, placa de inducción y fregadero. También taparon las goteras, trajeron nuevas literas, colchones y almohadas.”. Esto posibilita que los peregrinos puedan hacer de comer en las instalaciones, puesto que cuentan con menaje de cocina.

Esta mejora y la del de Gontán, donde pusieron un zócalo en el dormitorio y adaptaron el mesado para colocar una nevera bajo el mismo, supuso 48.350 euros.

El edificio de Lourenzá retomó la actividad el 5 de abril tras el obligado cierre de la pandemia y por las obras de adecuación

El albergue de Lourenzá, que abrió en 1998, funciona mediante un convenio de colaboración entre el Xacobeo y el Ayuntamiento. Su gestión es autonómica, pero la entidad local costea el personal tanto de atención a los peregrinos como de limpieza, según la alcaldesa, Rocío López. Una de las trabajadoras atiende, sella las credenciales y anota los datos para cubrir las fichas, además de limpiar durante la semana y la otra lo hace los fines de semana y festivos.

Las instalaciones, que cuentan con todos los servicios, están abiertas de una de la tarde a diez de la noche durante todo el año, aunque permanecieron cerradas durante la pandemia y en el transcurso de las obras. Las plazas se cubren por orden de llegada, por lo que en la temporada alta no alcanzan para la demanda existente. Solo pueden pernoctar una noche, salvo causa de fuerza mayor.

Esa afluencia se cubre por parte de los cuatro albergues privados de la localidad. Además, la pensión Casa Gloria recibe a un buen número de peregrinos.

El Xacobeo también asumirá el albergue de Ribadeo, según el acuerdo que alcanzó el alcalde, Fernando Suárez, con el gerente de dicha entidad, al que urgió otra fórmula de gestión. “Hace poco le hicieron un lavado de cara porque en todos estos años no habían puesto un perro y se estaba cayendo a pedazos. Lo limpiamos y mantuvimos, pero estaba asqueroso, todo estaba podrido, desgastado y oxidado.”, comenta.

Tiene diez plazas y una mayor afluencia se suple por parte de los establecimientos privados. “Ahora son cuatro o cinco, nuevos y muy bien equipados.”, indica.

El alcalde de Ribadeo solicitó a la Xunta un cambio en la gestión, que a partir de ahora asumirá el Xacobeo, que lleva también el resto

Su mejora supuso una inversión de 48.000 euros, con los que sustituyeron piezas perimetrales en la cubierta para mejorar el desagüe, crearon un un baño accesible, se hizo una renovación integral de la cocina y su mobiliario, cambiaron las carpinterías de la galería en el comedor y la prolongación de la barandilla exterior, repararon la escalera y el balcón, retiraron la fosa séptica y conectaron a la red municipal, revisaron la instalación eléctrica con reposición de luces, arreglaron el pavimento y pintaron el exterior, además de limpiar la piedra.

Mondoñedo es el otro punto de la comarca con albergue público, que también fue sometido a una reforma aprovechando el menor flujo de usuarios.

Los trabajos, que costaron 40.824 euros, incluyeron la reparación de la cubierta, la renovación completa de los baños para dotarlos de accesibilidad, del mobiliario, incluidas camas nuevas, y el pintado general. También repararon filtraciones de agua de la cubierta, paramentos verticales y ventanas, amén de tratar las ventanas de madera y ese material en los dormitorios. Sustituyeron falsos techos en los baños, colocaron mamparas en las duchas, repararon los radiadores, revisaron la instalación eléctrica y el tanque de gasóleo. Las instalaciones tienen 26 plazas.

Leído en El Progreso

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