Menos peregrinos este verano en el albergue de Beasáin - Camino de Santiago

Menos peregrinos este verano en el albergue de Beasáin

Hospitaleros y peregrinos: el irunés Xabier Arribas y el beasaindarra Antonio Jarit
Hospitaleros y peregrinos: el irunés Xabier Arribas y el beasaindarra Antonio Jarit

Ha sido tocado por los efectos de la pandemia –todavía no se ha recuperado– y desde el mes de abril va caminando intentando llegar a la normalidad prepandémica, pero le costará. Se trata del albergue de peregrinos de la Ruta Jacobea, ubicado en lo que fue la casa de la molinera de Igartza, en pleno Conjunto Monumental al pie del camino, la concha jacobea realizada por el hermano de La Salle Nazario Maiz y el letrero le delatan.

El albergue del Camino de Santiago los meses de agosto de los años que precedieron a la pandemia llegó a acoger varios cientos de peregrinos, en 2018 fueron 395. A pesar de que se camina hacia la esperada normalidad, el recientemente finalizado mes de agosto dio cobijo a una cifra muy exigua, han sido «56 pereginos», destacaba el irundarra Xabier Arribas, que el pasado miércoles cubría las funciones de hospitalero.

A pesar de llegar menos peregrinos por el Camimo Vasco del Interior –el gran desconocido para muchos–, el albergue ha vuelto a ser otro agosto más, una torre de Babel. Los 56 peregrinos alojados en las cómodas y muy bien valoradas instalaciones del albergue beasaindarra procedían de países como España. Francia, Brasil, Alemania, Italia, EE.UU. o Irlanda entre otros.

«A su llegada a la casa del peregrino ubicada en Igartza atendemos al peregrino, se les explica el funcionamiento del mismo, su ubicación, qué tienen a su alrededor, los lugares para reponer fuerzas, además les adelantamos lo que les espera en la siguiente etapa, que aquí normalmente cubren el recorrido Beasain-Zegama», detallaba el hospitalero irunés Xabier Arribas. «No funciona con la filosofía de negocio, allí los peregrinos, en una hucha, aportan una voluntad, es nuestra manera de funcionar».

Las instalaciones del albergue de Igartza «son de lo mejorcito que te puedes encontrar en la ruta jacobea, están muy bien valoradas», decía Arribas

Cabe recordar que la Ruta Jacobea a su paso por Beasain pertenece al Camino Vasco del Interior, que llega desde Irún, pasa por San Adrián hasta llegar a la Llanada Alavesa y se une al Camino del Norte. Es por tanto «menos transitada y este verano postpandémico se nota»

Arribas decía que muchos de los que transitan por el Camino del Interior previamente han experimentado otras rutas jacobeas.

Él mismo ha cubierto una gran variedad, desde el Camino del Norte al de San Jaume, que va de Monserrat a Jaca y el Primitivo, o el Francés por Aragón, entre otros. Y en funciones de hospitalero ha estado aquí y allá, como en el de Nájera, en el de Irún o en el de Pasaia, entre otros albergues,

Las experiencias de a lo largo de la Ruta Jacobea suelen ser muy particulares y diferente. Xabier Arribas, muy experimentado peregrino, confesaba sus sensaciones personales. A él la milenaria Ruta Jacobea le ofrece «una gran tranquilidad interior, es como una terapia y tras cubrirla misma vienes física y mentalmente como nuevo».

Leído en Diario Vasco

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