Hasta el 1 de octubre, 42.160 personas han sellado su credencial en Roncesvalles, un 20% menos que en 2019, cuando lo realizaron 52.081. Aún así, los albergues del Camino dan por buena la temporada
Mochilas, sombreros y conchas colgadas al cuello. Los peregrinos, tras dos años de impás, recorren de nuevo el Camino de Santiago.
Según el Observatorio Turístico de Navarra, 42.160 personas han sellado su credencial en Roncesvalles desde el 1 de enero y hasta el 30 de septiembre, un 20% menos que en el mismo periodo de 2019, cuando lo realizaron 52.081.
La inflacción, la guerra de Ucrania y los últimos coletazos de la pandemia han puesto palos en las ruedas a una temporada que esperaba alcanzar los niveles previos al coronavirus.
A pesar de haber perdido casi 10.000 peregrinos, los albergues –el termómetro que mejor indica cuáles son las sensaciones en el sector– dan por buena la campaña de 2022, que tras el puente del Pilar ha llegado a su fin.
“Me parecen buenos datos, aunque pensaba que la recuperación iba a ser más rápida y este año íbamos a acoger a más peregrinos”, asegura Mari Sol Goicoa, trabajadora del albergue de Roncesvalles desde hace 22 años.
En septiembre y hasta el 12 de octubre, la Real Colegiata colgó el cartel de completo todos los días. “Hasta ahora hemos estado hasta arriba, ha sido un mes y medio brutal, con más gente de lo normal. Para las cinco de la tarde, teníamos ocupadas las 183 camas y tampoco se podía dormir ni en la posada, ni en el hotel ni en Casa Sabina”, apunta Mari Sol.
La avalancha de gente no les ha pillado por sorpresa porque todos los años sufren estas aglomeraciones y tienen que derivar peregrinos a otras localidades del valle. “Cuando veo que el albergue se va a llenar, llamo a los alojamientos de Burguete y Espinal y les pregunto cuántas plazas libres tienen. Si les pueden acoger, me encargo de fletar taxis y los mando para abajo”, explica Mari Sol.
Sin embargo, el resto de temporada estival no ha sido tan boyante. “Julio suele ser flojo, pero este año ha sido un poco más flojo de lo normal. Y agosto, que pensábamos que iba a ser fuerte, bueno, ahí ha andado”, señala.
Desde la Real Colegiata, achacan la menor afluencia al verano achicharrante: “La gente no se ha atrevido a salir tanto por las altas temperaturas. Además, como anunciaban olas de calor cada semana, muchos perigrinos se echaron para atrás”.
Mari Sol también atribuye estos datos a la “menor” publicidad del Camino por parte de las instituciones públicas. “Para recuperar los 10.000 peregrinos perdidos, Turismo del Gobierno de Navarra y la Asociación de Amigos del Camino de Santiago deberían promocionar más esta ruta. Este año es Jacobeo y se están centrando solo en Galicia, el resto de provincias estamos un poco olvidadas”, lamenta.
Además, muchas personas están eligiendo la ruta portuguesa para llegar a Santiago de Compostela. “No sé si Portugal ha realizado una campaña potente, pero esa ruta se ha puesto de moda y muchísimos peregrinos se están yendo para allá”, afirma.
Bajada de EE.UU
Mari Carmen Urtea, gerente del albergue municipal Jesús y María de Pamplona, asegura que la guerra de Ucrania también ha frenado la recuperación del Camino de Santiago.
“Sobre todo en el peregrino estadounidense que, aunque estemos muy lejos de las bombas, muchos creen que estamos cerca y no vienen por miedo”, asegura indica Mari Carmen.
En 2022, 1.253 peregrinos procedentes de Estados Unidos se hospedaron en el albergue municipal de Pamplona frente a los 1.593 de 2019. En concreto, 340 personas y un 22% menos de afluencia.
En total, 15.253 peregrinos –3.609 nacionales y 11.644 internacionales– se hospedaron en el albergue Jesús y María en 2022, frente a los 17.787 de 2019, 2.534 personas y un 15% menos de afluencia.
“Después de por lo que hemos pasado, mi valoración es positiva. Este año tampoco sabíamos que podía pasar en los albergues municipales, que son espacios que se comparten con mucha gente”, comenta.
Septiembre, con 3.064 pernoctaciones, fue el único mes de 2022 con mejores datos que en 2019. “Hemos estado todos los días completos, al 100% de ocupación. A partir del 12 de octubre, los peregrinos casi desaparecen y rondamos el 25% de ocupación, unas 30 camas de las 112 que disponemos. Y cada vez irá a menos”, informa.
La gerente del albergue Jesús y María también ha echado en falta un poco demás promoción del Camino. “Hemos celebrado un año más de Jacobeo y en Navarra no se le ha dado mucha cancha”, lamenta.
Para recuperar los 10.000 peregrinos perdidos, reclama a las instituciones que impulsen más el Camino, aunque la coyuntura internacional no ayuda nada: “La inflacción, la guerra, la crisis económica…El mundo está tan revuelto que no todo depende de nosotros”.
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