El pasado 24 de mayo entró en vigor el decreto de la Xunta 48/2016 del 21 de abril para la regulación entre otras cosas de los albergues del Camino de Santiago.
Una de tantas regulaciones del decreto incluye una especificación sobre las características que deben tener las habitaciones y sobre la ropa de cama que debe estar disponible para cada peregrino; el decreto exige que cada cama o litera tenga un juego de sábanas de tela, una almohada y una manta o edredón, además de una toalla, en el momento en el que se ocupe.
La Agencia de Turismo de Galicia está enviando estos días una carta a estos establecimientos para recordarles el obligado cumplimiento de estas nuevas normas.
La nueva regulación ha suscitado gran polémica entre los profesionales del sector, pues consideran que no se ajusta a las particularidades y al funcionamiento diario de los albergues de peregrinos del Camino de Santiago, donde los peregrinos no suelen pasar más de una noche. El problema se encuentra en la obligación de poner sábanas de tela en lugar de las sábanas desechables que suelen usar este tipo de establecimientos; los albergues de primera categoría (3 estrellas) tienen que cambiar las sábanas cada tres días y los de segunda categoría (1 y 2 estrellas) lo tienen que hacer cada cuatro.
Los profesionales se quejan de que con esta regulación se verían obligados a subir los precios y de que no se ajusta a la realidad, pues produciría que los peregrinos se encuentren con sábanas usadas y acabaran simplemente con la manta o edredón.
Advierten asimismo que se produce una situación de desigualdad con los establecimientos de la red pública de albergues de la Xunta, que están exentos de cumplir este decreto.
Leído en ViveCamino