Se integrarán en un mismo edificio ubicado en un terreno de más de 6.500 metros cuadrados frente al centro de día
Una residencia de ancianos y un nuevo albergue de peregrinos serán las dos grandes inversiones que acometerá el Ayuntamiento allandés en lo que resta de legislatura. Así lo anunció ayer el alcalde, José Antonio Mesa, que afirmó que estos equipamientos supondrán una inversión próxima al millón de euros.
Tanto la residencia de ancianos como el albergue de peregrinos se integrarán en un mismo edificio que se levantará en un terreno ubicado en la zona de El Rapigueiro, frente al centro de apoyo diurno, cedido por la empresa EdP Renovables al Consistorio y que cuenta con una extensión de 6.575 metros cuadrados.
El regidor mantuvo varios encuentros con la Consejería de Servicios y Derechos Sociales, donde le trasladó que desde la administración regional no estaba previsto dotar al municipio del equipamiento de mayores. «El índice de longevidad indica que cada vez es más necesaria. Solo con la gente del municipio que está fuera ya sería suficiente para cubrir las plazas de la residencia, que aún están por definir», argumentó.
Aunque se prevé que la gestión sea privada, existe un compromiso por parte de la consejería de concertar, al menos, la mitad de las plazas de la misma.
El nuevo albergue pretende dar respuesta a la demanda creciente de este tipo de servicios a los peregrinos, pues el Camino de Santiago Primitivo «es uno de los grandes atractivos turísticos del concejo». Las plazas de este albergue municipal, el segundo del concejo, podrían superar ligeramente las ofertadas en el ya existente, que cuenta con 24 camas. «El objetivo es prestar un servicio básico con las mejores condiciones: literas con cierta intimidad, mayor número de duchas, una sala de estar cómoda o calefacción», señaló el primer edil.
Buena situación financiera
«La buena disposición financiera del Ayuntamiento unida a la disposición de los terrenos nos permite, sin grandes riesgos, hacer frente a esta inversión. Estamos elaborando un pequeño pliego de condiciones y sacaremos a licitación la ejecución del proyecto técnico», explicó. El Ayuntamiento cerró el 2017 con un remanente de tesorería de 3,3 millones de euros. «Hay que dar a estos proyectos el marco para que sean financieramente sostenibles. Entendemos que se pueden financiar ambos dentro de las limitaciones que ahora mismo tiene la disposición del remanente por parte de los ayuntamientos», concluyó Mesa.
Leído en El Comercio