El albergue municipal de peregrinos de Burgos ha registrado un repunte de afluencia agudizado por la buena climatología y la distensión de las restricciones sanitarias
Esta Semana Santa, además de procesiones y tallas, las mochilas, sacos, botas y bastones se han dejado ver en el centro de Burgos. El Camino de Santiago aprieta el paso hacia la recuperación de los niveles prepandemia con un repunte de peregrinos en los últimos días que se espera que se mantenga durante los próximos meses, mayo y junio, los de mayor actividad antes de la aparición de la covid.
El presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Burgos, Jesús Aguirre, ha confirmado las buenas sensaciones vistas durante las fechas litúrgicas en la ciudad y ha augurado una paulatina vuelta a la normalidad.
«En el albergue aún contamos con limitación de aforos, pero algunos de los últimos días se ha completado y se ha superado e incluso se ha llegado al 75%», ha señalado sobre la afluencia del hospedaje municipal.
La buena climatología unida a un mayor turismo causado por la distensión de las medidas restrictivas y anuncios como el fin de las mascarillas son las claves fundamentales que han impulsado el turismo y también el peregrinaje.
En cuanto al perfil del caminante, Aguirre ha detallado que se trata «fundamentalmente de europeos (italianos, franceses y alemanes) aunque se ha registrado un pequeño repunte en cuanto a coreanos y norteamericanos también».
En el ámbito nacional, se han notificado visitas de diversos puntos de la geografía pero los peregrinos que han pasado por Burgos proceden mayoritariamente de Cataluña.
«Generalmente ha venido gente de mediana edad, en un rango de entre los 35 y los 50 años, pero también hemos tenido viajeros jóvenes y más mayores», ha explicado el presidente de Amigos del Camino de Santiago, que ha especificado que suelen ser hombres, aunque las mujeres también «se van animando».
Futuro optimista
En cuanto a expectativas de futuro, Aguirre se ha mostrado optimista y observa una restauración «poco a poco» del flujo de peregrinos que espera se traduzca en aumento de las cifras económicas, hecho que resulta vital porque el Camino «es el motor económico de los pueblos de la provincia por los que trasncurre».
Además, ha destacado que supondrá «un impulso grande» para sectores como la hostelería o los hoteles, que iría de la mano de la nueva normalidad del turismo y ayudaría a reparar «los últimos dos años, que han sido muy duros».
Aunque ha insistido en que «la pandemia aún no se ha acabado», Aguirre ha reconocido que la retirada de las mascarillas y la mejoría de la situación sanitaria son fundamentales para el auge de peregrinos, tanto nacionales como internacionales, en próximas fechas.
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